Un verano con los 5SOS

20. ¡Ay por dios, Santa es mujer!

Tres días han pasado desde que lloré como una nena en los brazos de Luke, le dije que lo sentía una y otra vez hasta que él me dijo que era suficiente, que no me quería ver así y que ya estaba perdonada. Me acosté en su cama, bueno, los dos nos recostamos en su cama abrazados, sin hablar y es que no hacia falta decir nada. Solo quería tener a Luke a mi lado con eso bastaba.

Ahora estoy sola en la mansión, los chicos me dijeron que tenían que ir a una reunión en la disquera y Zoey aprovechó para ir al centro comercial para comprar no se qué. Me levanté de mi cama y entré a mi armario, saqué las bolsas con las cosas que compré el otro día para los chicos y la guitarra de Luke. Volví a mi habitación, deje la guitarra en mi sofá rojo que por cierto casi nunca me siento ahí, salí con las bolsas de mi cuarto y como Santa Claus lo hace todas las navidades y va de casa en casa, yo fui de cuarto en cuarto dejando los regalos. Primero fui al cuarto de Michael que era el más cercano, quedaba al frente mío, entré y su cuarto estaba ordenado. Pero sólo lo ordena porque Zoey le dice. Las paredes eran de color rojo, habían algunos posters de las bandas que les gustan a los chicos como Green Day, Bilnk-182, Red Hot Chilli Pepper, etc., tenía una pantalla plana en la pared como todas las otras habitaciones. Puse la bolsa de Mac junto con la bolsa donde estaba la chaqueta de Mike. Salí del cuarto de Mike y fui al cuarto de Ashton que estaba por el otro lado de la Mansión, al igual que Mike, el color de las paredes era rojo, sus baquetas estaban encima de la desordenada cama, su ropa interior estaba en el piso... Iugh. Deje la bolsa encima de la cama y salí de ahí rápidamente. El único que me faltaba era Calum, me preparé mentalmente para lo que iba a ver en ese cuarto. Me acerqué con algo de miedo y abrí la puerta negra del cuarto de Calum. Su cuarto estaba desordenado, pero no tanto como los otros chicos, lo cual es sorprendente ya que Calum es el que más hace desorden en la casa. Su cama estaba sin hacer, su bajo estaba en la esquina de su cuarto y una caja de pizza estaba en el suelo. Como cualquier persona curiosamente acerqué a la caja y la abrí. Habían trozos de pizzas desde hace como una semana, bueno, no esperaba otra cosa. Deje el paquete encima de la cama, ya me imagino su cara, será como la de un niño emocionado.

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-¡Bella, ya llegamos! -escuché a Calum desde mi cuarto. Rápidamente me levante de mi cama, salí de mi cuarto, baje las escaleras casi corriendo y me lance a los brazos de Luke que estaba en el final de la escalera. Solté una risa y el besó mi mejilla.

Ahora que nos arreglamos ha estado más cariñoso, más preocupado de mí. Pasamos las tardes en la sala de cine, en el cuarto de juegos o en la alberca y en las noches, nos sentamos en mi balcón o el suyo a charlar, bajamos al patio trasero a recostarnos en el césped a mirar las estrellas o balancearnos en la amaca. Me gusta que mi amistad con Luke haya mejorado, me gusta como es conmigo. Me hace sentir bien.

-¿Cómo les fue? -pregunté cuando Luke dejó de abrazarme.

-Bien -me respondió Calum-, practicamos para el concierto de mañana.

-Genial, ¿quieren que prepare la cena? -pregunté. Lucían cansados y hambrientos, excepto Zoey que había llegado con bolsas y una sonrisa en su cara. Todos asintieron y subieron los escalones en silencio.

-Yo te ayudo -me dijo Luke. Fuimos a la cocina y saque algunas verduras y pollo del congelador y las puse en el mesón.

-Yo hago la ensalada y tu cocinas el pollo.

-Está bien. -me respondió, se dio vuelta para prender la cocina. Comencé a picar lechuga, pero deje de hacerlo en el momento en que sentí a los chicos hablar fuerte y bajar las escaleras. Los chicos entraron con sus regalos en la mano y grandes sonrisas en sus rostros.