Llevas las cuentas de mi corazon #PSF2017

Capitulo 33

''En el capitulo anterior''

Andrea: ¿Podrías contestar amor?

Me pareció raro que me pidió que contestara, pero tampoco me detuve mucho a pensar, asi que atendí la llamada.

Samuel: ¿Bueno?

Andrea POV

No puedo creer que le haya dicho a Samuel que contestara, podría ser mi mama, o Sofía, o tal vez Irina, si alguna de ellas me está llamando, tendría que buscar una buena explicación para darles de porque Samuel contesto mi teléfono, salgo del baño cuando veo a Samuel de espaldas.

Andrea: ¿Quién es osito? -Pregunto con mucha curiosidad-.

De inmediato se voltea con una cara de pocos amigos y me pasa el celular.

Samuel: Es para ti -por su tono de voz lo noto algo molesto-.

Cojo el celular para contestar la llamada.

Llamada telefónica

Andrea: Bueno... ¿Quién me habla?

Marcelo: Soy yo, mi amor.

¿Qué hace Marcelo llamando a mi celular? No lo sé, pero a juzgar por la cara de Samuel, no está nada contento con que me haya llamado.

Andrea: ¿Marcelo?

En ese momento Samuel sale de la habitación hecho una furia, incluso tiro la puerta al cerrarla.

Marcelo: ¿Ya disfrutaste de tus vacaciones? Te extraño.

Andrea: No se qué quieres pero te recuerdo que tu y yo terminamos, así que no tengo nada que hablar contigo.

Marcelo: Te equivocas, Andreita, tu y yo tenemos mucho de qué hablar, cuando vuelvas claro está.

Andrea: Sabes que... no me interesa -cuelgo-.

Fin de la llamada

Le colgué a Marcelo, no se que se trae nuevamente, lo que si se es que yo no quiero nada con el, pero estoy muy preocupada por Samuel, ¿le habrá dicho algo Marcelo para que se ponga tan furioso?, tengo que ir a buscarlo. Salgo de mi habitación y toco la puerta de la habitación de Samuel, pero no responde, a lo mejor está en otro lugar, pero donde, miro a todos lados y no se para donde coger, camino por los pasillos del hotel y le pregunto a todo el que veía si ha visto a Samuel, ninguno me sabe dar una respuesta. Llevo rato buscando sin éxito alguno, cuando me detengo a pensar que tal vez el no esté en el hotel, pero claro... el mar, ha de estar en la playa. Salgo corriendo hacia la playa y en efecto, allí estaba sentado en la orilla, mirando hacia el mar, lo noto muy pensativo, así que me acerco lentamente y me siento a su costado.