Capitulo 99

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''En el capitulo Anterior''



Samuel: ¿Qué es lo que está pasando?


Andrea: Voy a llevar a Santi al hospital, tiene fiebre y no quiere comer –dije preocupada mientras cogía el bulto de Santi y Sofía me ayudaba a guardar algunas cosas-.


Samuel: Vamos, yo te acompaño.



Samuel POV



Llegamos a casa después de haber ido con el doctor que atendió al pequeño Santi. Me apresure a abrirle la puerta a Andrea y siguió subiendo las escaleras camino a la habitación a dejar al bebe que ya estaba dormido. Cuando cerré la puerta, Soledad se acerco a mí para preguntarme por el bebe, se veía bastante preocupada.


Samuel: Solo tiene un resfriado, el doctor dijo que es normal a su edad. Indico que le diéramos estas medicinas –dije dándole la bolsita que contenía las medicinas- te voy a pedir que te encargues de dársela según esta indicado en la receta. Andrea se siente mal, y quiero que tenga un poco de descanso.


Soledad: Me imagino. Hoy no ha sido un buen día que digamos, pero con el favor de Dios pronto tendremos al pequeño Santi tan saludable como siempre –dijo sonriendo con mucha esperanza-.


Samuel: Así será, gracias –le di un beso en la mejilla y subí las escaleras hasta la habitación de Santi- ¿Cómo esta? –le pregunte a Andrea mientras me acercaba-.


Andrea: Sigue durmiendo, al menos ya casi no tiene fiebre –dijo al tiempo que cubría al bebe y acariciaba su mejilla- creo que podrá descansar esta noche.


Samuel: Tu también puedes descansar –me acerque abrazándola y le di un beso en el hombro-.


Andrea: Me quiero quedar con el, en caso que despierte en la madrugada estaré cerca...


Samuel: Nada de eso, para eso tenemos las cámaras, además ya escuchaste al doctor, es un simple resfriado. Vamos, no has tenido descanso el día de hoy, y creo que tampoco has comido.


Andrea: No tengo apetito.


Samuel: Bueno... pero si vas a descansar, ven, lo necesitas.


Prácticamente tuve que arrastrarla hasta nuestra habitación, se veía mal, estaba triste y lo entiendo, era la primera vez que uno de los bebes enfermaba, pero tampoco sería la última. Quería animarla un poco, que sintiera que también está ahí con ella, pero fue inútil, se acostó en la cama con la ropa puesta, me acerque y empecé a quitársela, primero los zapatos, el pantalón, la blusa... pero cuando mire sus ojos, sus hermosos ojos estaban cristalizados.


Samuel: Mi amor, no llores... el está bien, solo es un resfriado...


Llevas las cuentas de mi corazon #PSF2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora