Capítulo 19

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Pip... pip... pip...

¿Quién demonios cambio el tono de mi alarma?

Trato de rodar hacia mi izquierda, pero mi cabeza duele como la mierda. Gimo de dolor.

¿Qué carajos?

Siento cables conectados a mis manos y huele a desinfectante. Abro mis ojos para ver qué demonios está pasando.

La luz blanca de una enorme lámpara me hace doler los ojos aumentando mi dolor. Gimo nuevamente

—Cálmate T, no debes moverte mucho.

—¿Tay? —grazno, tengo la garganta completamente seca.

—Si cariño —susurra. Parpadeo varias veces para acostumbrarme a la luz.

Cuando logro enfocar bien mi visión, me encuentro de frente con los hermosos ojos azules de una de mis mejores amigas.

—¡Ahí estas! —chilla, aliviada.

Me encojo de dolor.

—No grites, Tay. —Recorro con mi mirada el maldito lugar en el que estoy, veo una habitación blanca, unas máquinas que me recuerdan a cuando mamá estuvo hospitalizada y veo a Donna recostada y dormida en una incómoda silla—. ¿Qué demonios me pasó?

—¿No lo recuerdas? —pregunta preocupada—. ¿Daisy?, ¿Darren?, ¿el enfrentamiento en el estacionamiento?

Oh sí...

Empiezo a recordar, discutir con Darren por su imprudencia, prácticamente le lloré por lo preocupada que estaba, la perra de Daisy sorprendiéndonos, luego insultándome y posteriormente golpeándome en el piso, luego a Darren protegiéndola y dejándome a mi merced.

Idiota.

Mis ojos se llenan de lágrimas al sentirme herida y traicionada, recuerdo las palabras de Daisy y como Darren dejo que me lastimará así.

Y yo como idiota preocupada antes por él. Parpadeo mis lágrimas y me animo a preguntar otra cosa

—¿Qué hora es?

—Son pasadas las cuatro.

—¡Ocho horas! —chillo, haciendo que mi cabeza pulse—. ¿He dormido por ocho horas?

—En realidad, has estado inconsciente no dormida... y, son pasadas las cuatro de la madrugada no de la tarde.

Oh bebé Jesús...

—Connor. ¿Dónde está?

—Está afuera... él —Se interrumpe. Hay algo que no quiere decirme, lo sé por el cambio en su cuerpo, esta tensa y su sonrisa es fingida—. Está resolviendo algunas mierdas afuera.

—¿Qué? ¿Qué sucede? ¿De qué hablas?

—Darren está afuera tratando de entrar y verte. Connor no lo ha dejado, hace unas horas se enfrentaron a golpes. El labio de Darren esta lastimado y el ojo de Connor, no luce bien —dice Donna desde su incómodo asiento.

Jadeo ante la noticia mientras Tay fulmina con la mirada a Donna.

—¿Qué hace ese idiota aquí?

—Ha estado ahí desde que te trajeron, exige que necesita saber cómo estás tú.

—Y a él que le importa. No lo dejen entrar —gruño.

—¿Qué crees que ha estado haciendo papá Connor? —resopla Donna con sorna

Bruno entra en el cuarto con varias bolsas de comida.

—Gracias a Dios que despertó —exclama cuando me ve—. ¿Ha perdido la memoria o algo parecido? ¿Cómo te llamas cariño?

Tu Plato De Segunda MesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora