Capítulo 10

1.2K 175 12
                                    

Como soy oficialmente una puta, y tengo la atención de todo el campus. Decidí vestirme bien —decente pero sexy— para mis clases. Uso mis jeans con blusa de tiras y chaqueta verde menta. Tomo mis libros y abro la puerta de mi dormitorio para encontrarme con Darren y una taza de café.

—Hola Conejita, buenos días.

—Darren. —Lo paso de largo y me voy hacia las escaleras.

Por supuesto, me persigue todo el trayecto hasta la cafetería, llamando la atención de todo el mundo.

—¿Quieres dejar de seguirme? ¿No te bastó con que todos crean que soy la puta que se acostó contigo?

Sus cejas se arrugan y pregunta, molesto—: ¿Quién está diciendo eso?

—¡Por Dios! Todo el mundo Darren, después del viernes, todos lo saben. He recibido llamadas, mensajes y un sinfín de miradas.

—¿Te han estado acosando?

—Sí, gracias a ti. Ahora déjame en paz y así pronto todo esto pasará.

—Lo siento de verdad, no era mi intención. Sólo tuve que huir de ahí antes de que me arrojara encima de ti, eres condenadamente sexy y luego te veo en solo esa hermosa...

—Sí, bla bla bla... —Espera—, ¿Qué?

¿Condenadamente sexy?... ¿Arrojarse encima de mí?

Me sonríe a sabiendas y con su mágico, dedo traza mi mejilla.

—Tomo todo de mí, todo cariño, para no arrojarme como un animal sobre ti y hacerte mía —Jadeo, mientras su dedo sigue acariciando mi mejilla—. Me gustas Celeste, eres una chica increíble y no quiero alejarte de mi vida. Te conozco hace algunos días, pero te has sentido como aire fresco para mí. Eres divertida, sincera, inteligente, no te importa lo que los demás piensen de ti y eres muy hermosa —Toma mis manos y me entrega el café—. No soy un hombre perfecto, mi vida es un enredo y no he tenido amigas en mi vida aparte de... en fin. Sólo déjame tenerte conmigo por favor. Se mi amiga

Le gusto, pero quiere ser mi amigo

—Lo pensaré...

Tomo el café y me dirijo a clases, Darren se queda de pie donde hace unos pocos minutos estábamos hablando. Se ve aturdido, cuando sube su mirada y se encuentra con la mía sonríe. Si ya está perdonado.

El día transcurre en completa calma hasta mi clase de las tres. Voy del edificio de ciencias donde le dejé un sándwich a Donna hacia el edificio de contabilidad, cuando me encuentro a Daisy...

—Pero miren quien viene por aquí... creo que la tierra está temblando. ¡Oh no! es Cerdareste que hace todo tiemble.

Las amigas con caucho de Daisy ríen.

—¿Qué acaso esto es la escuela? ¿En serio Daisy? Al parecer algunas personas no han logrado superar ser la reina del baile. Creo que tengo la corona del mío por ahí, puedo prestártela si quieres.

—¿Tú reina del baile? ¿Qué escuela era esa? ¿Cerdilandia?

Como me llame cerda una vez más voy a matarla...

—No, éramos una escuela normal... no tenemos la culpa de preferir la grasa al caucho.

—Como sea, ¿sabes? He oído por ahí que has tenido el descaro de decir que te acostaste con mi novio. Por supuesto eso no es cierto, Darren jamás caería tan bajo.

Ruedo mis ojos y resoplo, ¿Ahora soy yo la que se inventó todo?... idiotas

—Es patético de parte tuya hacer algo así, hay muchos hombres en este campus para que les entierres tus garras, sé que Darren es extraordinario, pero es mío. ¡Así que deja de seguirlo y acosarlo! —Me señala con su dedo nuevamente, observo su dedo y luego la miro levantando una ceja.

Tu Plato De Segunda MesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora