- Jimena.-
La voz de Gabriel sonó a su espalda. No es que estuviese esperando a que él llegara para hablar, no, tan solo estaba mirando por la ventana, hacia el horizonte de brillantes luces que empezaban a aparecer en la ciudad.
- Estoy aquí.-
- Sabes que no me gusta mantener secretos contigo.-
- Todos tenemos secretos, Gabriel. Incluida yo.-
- Pero yo prefiero decírtelos antes de que otro lo haga, y pueda explicártelos.-
- ¿Por qué?.-
- Porque sé que puedes entenderme, que puedes ver más allá de lo que algunas acciones parecen. Quiero que conozcas mis razones, mis porqués.-
"Porque quiero darte todas las escusas posibles para que sigas a mi lado. Porque no quiero verte alejarte de mí", pero eso no pensaba confesarlo, no en ese momento. Mostrarle todo el poder que había adquirido sobre él, era un arma que no estaba dispuesto a ceder.
- No lo necesito. Sé lo importante sobre ti.- "pero quiero saberlo, quiero que me incluyas en todas las facetas de tu vida, buenas y malas".
- Voy a contártelo, pero quiero que me prometas algo antes.-
- ¿Qué no se lo diré a nadie más?.-
- No, confío en ti y en tu juicio. Lo que quiero que me prometas, es que vas a hacer todo lo posible por comprenderme.-
- De acuerdo.-
- Ven, sentémonos.-
La tomó de la mano, y la llevó al sofá. Tuvo cuidado de sentarse en la mesa de enfrente, quería que le viera, aunque las luces estuviesen apagadas, y sólo los iluminara la luz del exterior. Tuvo bastante cuidado en que ninguna parte de su cuerpo la tocara, no quería que se distrajeran con ello.
- ¿Recuerdas lo que te conté de la muerte de mi padre?.-
- ¿El accidente en la obra?.-
- Sí. ¿Recuerdas lo que te comenté sobre su jefe?.-
- Lo recuerdo.-
- Desde que ese tipo salió impune, la única idea que marcó mi camino fue hacerle pagar. He trabajado duro para conseguir el poder necesario, como para que nada ni nadie pudiese salvarlo. Y lo he conseguido. ¿Conoces al socio de tu tío, con el que está trabajando en el nuevo proyecto?.-
- Roberto Rosales.-
- Bien, ese es el dueño de la constructora para la que trabajaba mi padre.-
Los ojos de Jimena se abrieron como platos.
- ¿Quieres decir que él...?.-
- Sí y no.-
- No entiendo.-
- Creía que él era el dueño de la constructora, al menos hasta hace unos días.-
- ¿No lo es?.-
- Roberto es un testaferro, una cabeza de turco. Alguien que cobra un buen dinero por ser la cabeza visible. Pero no es el que da las órdenes.-
- ¿Entonces, quién es?.-
- El que toma todas las decisiones es Emilio, tu tío.-
- Quieres decir que el que...-
- Sí, al que he perseguido desde hace tiempo era a tu tío, aunque no lo supiera entonces.-
Jimena meditó toda la información por unos minutos. Sólo había una pregunta que hacer, y no estaba segura de que él le diera una respuesta, o si simplemente mentiría. Pero antes, quería dejar todos los puntos claros.
- Entonces te has encargado de hundir su negocio.-
- Más o menos. –
- ¿Qué significa eso?.-
- Me he asegurado de dejarle con menos de lo que tenía antes de la muerte de mi padre. Sin liquidez, sin amistades a las que recurrir, sin todo lo que necesita para seguir adelante con su actividad empresarial. Le he quitado todas las ventajas de las que se servía. Ahora tendrá que trabajar como el resto para conseguir las mismas cosas. –
- Le has arruinado.-
- No, él es demasiado listo como para no tener un buen colchón sobre el que refugiarse. Lo que le he privado es del poder que ha ostentado hasta ahora. Pero se le acabó el estilo de vida que ha llevado hasta ahora.-
- ¿Y la gente que trabaja para él?, los has puesto en la calle.-
- Nadie va a resultar perjudicado. Me encargaré de que la obra se lleve a cabo, pero de forma diferente. Esta vez, seré yo el que esté al frente, bueno, uno de ellos.-
- Entonces, los únicos perjudicados, son mis tíos y primos.-
- Sí.-
- Sé que no me utilizaste para llegar hasta él, de eso estoy segura. Pero... me gustaría que fueras claro conmigo.-
- No voy a mentirte, haz tu pregunta.-
- ¿Yo soy parte de tu venganza?.-
Los ojos de Gabriel se abrieron con miedo. Fuese cual fuese su respuesta, él no estaba preparado para aquella pregunta, y mucho menos para responderla.
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Un ángel de alas negras
Storie d'amoreLa madre de Jimena la dio todo el amor, la protegió, pero solo pudo hacerlo hasta que un desconocido se llevó su vida. A los 14 años, se vio acosada por una familia que la rechazaba por falta de "pedigrí". Nadie la ayudó, hasta que llegó su tía abue...