—No se te ocurra decirle.
Chace se levantó de inmediato del blanco sillón al cual se encontraba arropado. Amy estaba bajo libertad condicional debido a su buen comportamiento en la cárcel. No debía sentir miedo de ella, pero para nadie era mentira que estaba loca y de seguro no tenía el mejor de los sentimientos para con él ni para ninguno de sus allegados.
—Si hay alguien a quien Amy odia esa es Elisa. No es bueno que esté por ahí sin pensar en el peligro.
—Ian, ni nosotros mismos sabemos dónde está Elisa. Por suerte ella se fue con Alex a rodar por la tierra. Si le dices solo haremos que venga a Chicago y la torta. Mientras más lejos, mejor, además Amy no debe tener dinero ni para salir de Chicago.
—No debería salir de Chicago —reafirmó Ian—. El juez que la soltó debe estar demente. Primero no entiendo cómo no la metieron en un hospital psiquiátrico.
—Elisa no quiso que la dieran por loca. Dijo que era la forma fácil de zafarse de todo, pues mira, ya salió. ¿Por qué no la matamos?
—¡Qué! —Jessica no podía creer lo que escuchaba.
—Es solo un decir no te asustes. Pero cuando Elisa se entere dirá lo mismo, ella es de la opinión de que, lo que molesta hay que eliminarlo.
—Entonces espero no caerle tan mal a Elisa. Ahora que lo pienso no es tan buen idea estar con ustedes.
Ian comenzó a reír ante la mirada temerosa de Jessica.
—Pobre Jessica Mester. ¿Te imaginas que Amy aún tenga una obsesión con Chace y la agarre contra ti por ser su actual novia? Deberías irte comprando un buen vestido para que te entierren con él.
A Jessica no le pareció gracioso y salió de ahí, pero a Chace sí así que reía.
—Eres malo, tal vez ahora sí Jessica tome su maleta y se vaya. Huirá como los ratones a la llegada de un gato. Después de todo solo tenía que liberar a Amy para alejar a Jessica, pero... prefiero soportarla a ella que lidiar de nuevo con Amy.
—Iré a verla. Debe estar con sus padres, así que iré a verla y advertirle que no se acerque a ninguno de nosotros.
—No vayas solo. Yo no voy porque mírame estoy destruido, me ve así y sabrá que solo tiene que soplar en mi cara para hacerme caer. Llamaré a Liam.
—¡Liam! Cuidado y si no se arrodilla frente a ella pidiéndole matrimonio ¿No recuerdas lo tonto que estaba por ella? —Claro que todos lo recordaban.
—Pasó mucho tiempo, además tiene novia ¿No?
—Como te dije, no quiere hablar del tema.
***
Liam se encontraba en su trabajo con su elegante traje y metido en filas de correos electrónicos hasta que Ian lo llamó exigiéndole que fuera a casa de Chace. Su padre estaba de viaje con su mamá y sus hermanas, no era el momento propicio para irse, pero primero estaban sus amigos.
Juliet le enviaba mensajes cada segundo y se supone que en la noche irían a cenar. No dejaba de voltear los ojos cada vez que veía uno de sus mensajes pero para el final del día ya se estaba haciendo hasta un poco normal.
Eran cerca de las tres de la tarde cuando llegó a la mansión.
—¿Cómo pudiste? ¿Realmente la amas? —Jessica lo recibió con una mirada de desprecio.
—¿Acaso no son amigas ustedes dos? —preguntó rascándose la cabeza.
—Es muy normal que tus amigas te caigan mal. Es solo que creí te gustaba alguien más.
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Viviendo con tu Veneno
Aktuelle Literatur¿Qué es más doloroso que envenenarse? Vivir con un veneno que te mata cada noche y revive cada día. Para Chace estos supuestos tres años de tranquilidad han sido todo un tormento. El trabajo, una novia y un futuro matrimonio, no han servido de antíd...