Dos semana después.
—¿En dónde está todo el mundo? —Jessica buscaba en cada
rincón de la mansión. Se había levantado para otro día lleno de comodidades,
pero en cambio no estaba el desayuno listo ni nadie a quien pedírselo.
—¿A quiénes te refieres? Tú y yo estamos aquí, viviendo
tan felices. —Irónico bajaba el periódico que estaba leyendo.
—La servidumbre ¿Dónde están?
—Querida, tú querías una vida al lado de tu prometido, no
haces nada durante todo el día, así que para ganarte tu estancia y comida
deberás hacer los quehaceres del hogar, es muy lindo no hacer nada nunca, ya
hasta tienes panza.
Jessica ofendida se tocaba el abdomen, si sentía que
estaba más rellenita, pero que se lo dijeran era lo último.
—No seré tu sirvienta —protestó.
—Yo trabajo, tu no, así que te toca mantener la casa en
buenas condiciones.
—Jamás, los dos nos hundiremos en la basura.
—Perfecto.
Molesta se dirigió a la cocina, abrió la nevera pero no
había nada en ella.
—¿Dónde está la comida? —gritó.
—No hay limpieza, no hay comida. Adiós cariño.
Incluso se acercó a ella para darle un beso en la cabeza
a lo que ella lo empujó. Ambos podían jugar el mismo juego.
***
—¡Agh! ¿Cuándo esa maldita se hartará y me dejará? —Chace
golpeaba el volante de su auto.
—No lo hará, no tiene a dónde ir, estás fregado, yo
siendo tú me arriesgo a dejarla y perder acciones en la bolsa. —Liam desde su
auto le hablaba por medio del manos libre.
—Esa no es una opción genio.
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Viviendo con tu Veneno
Ficción General¿Qué es más doloroso que envenenarse? Vivir con un veneno que te mata cada noche y revive cada día. Para Chace estos supuestos tres años de tranquilidad han sido todo un tormento. El trabajo, una novia y un futuro matrimonio, no han servido de antíd...