Viviendo con tu Veneno

Capítulo 18.- Somos Novios

Jessica con una manta sobre sus hombros veía a Chace durmiendo en aquella silla de la piscina, la botella de cerveza rodaba a su lado. Tuvo el impulso de tomarle una foto con su celular.

"Un borracho durmiendo en un parque de niños".

Se acercó a él y sacó de su sostén aquel pequeño envase de vidrio que tanto cuidaba. Le tenía un gran respeto a eso que estaba ahí dentro. Mojó la fina aguja de insulina, se arrodilló a su lado, y cerca de su muñeca la insertó rápidamente.

Chace se despertó brincando y ella se levantó antes de que la viera.

—¿Qué haces aquí? —Se sobaba la mano ahí donde sintió que algo lo puyó.

—Aquí vivo. Vine a ver si estabas vivo. El sol está saliendo y te quemarás con el sol si te quedas durmiendo aquí. Además hace frío. Te enfermarás.

—Ajá, iré a dormir y tú, limpia todo esto.

—Como ordene jefe.

Jessica aun contaba con la tarjeta de Chace así que un servicio de limpieza llegó de inmediato a la mansión. Ahora solo le quedaba esperar que aquello hiciera efecto.

***

Era sábado y aun así Scarlett se encontraba en la universidad intentando que su robot cobrara vida. Maldecía que Liam aún no le diera las piezas que necesitaba, pero nada podía hacer sino trabajar con lo que le tocaba.

—¿Qué se supone que hace tu robot? —Aaron preguntó detrás de ella tomándose una soda.

—Es un asistente médico, mide todo lo que se supone que debe estar bien en tu cuerpo y si hay alguna irregularidad te ayuda. Puede dar RCP, hasta realizar operaciones, se la da de psicólogo y bueno si tu estado anímico está decaído por falta de actividad sexual es hermafrodita, tiene una raja y un pene. Te lo digo hace de todo.

—Creo que tú usarás mucho lo último. —Reía.

—Todos saben que estoy necesitada. ¿Para qué más haría un robot?

—Sin duda alguna tendrás muchas personas interesadas. Creo que ya perdí. ¿Algún día hablarás en serio?

—¿Por qué tienes tanto miedo de mí? ¿De verdad crees que puedo ganarte? No tengo ni un maldito chip XYT365 para hacer que mi robot tenga sensibilidad visual, al menos no una buena.

—Espera.

Le señalo con el dedo que no se moviera y corrió a su parte del laboratorio. Scarlett veía que revoloteaba una cosa y otra, a la final perdió interés y continuó jugando con la programación de su robot.

—Toma, me sobra una.

Desde lejos le lanzó el pequeño y costoso chip que Scarlett a duras penas alcanzó a atajar.

—¿Me lo darás así no más? —preguntó incrédula.

—Te digo que no estoy en tu contra. No me gustaría ganar solo porque no tuviste los medios necesarios. Si hemos de competir lo haremos en iguales condiciones. Puedo ayudarte a conseguir patrocinadores.

—Esto huele a rata, pero me quedaré con esto, tú me lo diste ya perdiste. Ahora vete, dale vete.

—Un gracias no estaría mal. ¿No tienes hambre? Vayamos a comer algo.

—La última vez que dijiste eso me quedé con mis tripas resonando del hambre, así que no gracias. Traje comida, mucha comida, en más... en más. ¡Tengo que irme!

Comenzó a guardar todo lo más rápido que pudo.

—¿A dónde vas?

—A ver a mi novio. Cierra bien el laboratorio y no te acerques a mi robot.