Viviendo con tu Veneno

Capítulo 10.- Sueños Rotos

Este capítulo está dedicado a @PenelopeFernandezMer quien cumple años el día de hoy. Tú me haz acompañado en todas mis novelas y el día de hoy quiero desearte un muy feliz cumpleaños!!!!!! Sé que lo pasarás genial con tus familiares y amigos. Espero que te guste el capi. Este capi tiene mucho de comedia y algo de tragedia. Ya no digo más, solo ¡Difrutalo!

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       —¡Vas a casarte! —Elisa emocionada lo abrazaba. Aunque era el colmo, todos se casaban menos ella.

            —Sí. La amo, Elisa. Nuestra relación es extraña porque no nos hemos decidido a dejar nuestras vidas. Para Vanessa su vida está en cualquier otro lado, menos en Chicago, pues… ella ha sacrificado mucho por mí. Mi vida es ella, así que a dónde vaya yo iré.

            —¡Dejarás Chicago! Ian, eres un heredero, tú vida está aquí. —Asustada intentaba razonar con él.

            —Mis padres pegaran el grito al cielo, pero debo hacerlo.

            —El grupo, el grupo se desintegrará.

            —Ya está desintegrado ¿No lo ves? El único que se ha mantenido es Liam, ni siquiera tú. Y Liam ya anda en otros asuntos, o así parece. Como sea, ahora con eso de que no le hablarás a Chace, la desunión ya es inminente. Fuimos amigos y siempre lo seremos, pero como pasa en las familias, cuando creces es hora de dejar el nido. No dejaremos de ser amigos, solo que no seres tan amigos.

            —Si antes estaba deprimida ahora lo estoy más. Es el fin de una era. Nunca más seremos los cinco ¿verdad?

            —Me temo que no. Bueno, alguna reunión de reencuentro iremos a hacer. Alégrate de que te quedaste con el mejor de todos. No estarás sola. Ahora a preparar la forma más cursi de pedirle  matrimonio a Vanessa.

***

            —¿Te gustó mi regalo?

            Él asentía comiendo un buen pedazo de pan. Estaban en aquel lujoso restaurant y no lograba recordar cómo llegó allá. Todo sucedió en un montón de palabras que no lograron salir, Juliet asumió que él contestaba sí a todo y de pronto, ahí estaban, cenando en uno de los restaurantes más románticos de Chicago, un lugar a dónde nunca, nunca se le ocurrió llevar a una chica.

            —No sé mucho de ti —mencionó, tan solo quería ser un poco amable.

            —Soy de Canadá. Mi padre tiene una gran compañía de publicidad. Estuve toda mi adolescencia en los países árabes como miembro del cuerpo de paz. Soy amiga de Jessica Mester.

            —¿La novia falsa de Chace? —No quiso decir eso tan alto.

            —Sí —Confirmó ella más bajo—. Me creerás loca, pero vine a Chicago solo con el deseo de conocerte.