Viviendo con tu Veneno

Capítulo 23.- La perfecta Medicina

Antes que nada me disculpo por mi extensa demora, el trabajo no me deja en paz y muchas cosas han pasado. Este capi es largo para compensar la espera, son 30 hojas en word.

Un pequeño ser muy importante en la vida de mi familia dejó de existir y era nuestra bella mini toy Tiffany, el capi que viene se lo dedicaré a ella.

Ahora a leer, como siempre espero que les guste.

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¡Él la estaba echando! ¿Por qué sentía un deja vu? Algo similar había pasado antes y recordó que fue cuando James le dio una paliza, esa vez podía entenderlo pero ahora ella no tenía la culpa de nada.

-¿Qué dices? -preguntó perpleja.

-¡Vete! ¡Vete ya!

-¡Oye! No te hice nada, no fue mi culpa y no estuve antes por el idiota de Ian. -Estaba gritando.

Alex frunciendo el ceño se apresuró a entrar en la habitación.

-¡Que te vayas! -gritó aún más duro.

-Por favor -exclamó desdeñosa, incluso resopló-. Ni me importa, no sabes lo que he tenido que pasar para...

Alex tapó su boca con sus manos haciéndola callar, ella comenzó a murmurar y revolverse.

-Hola Chace. -Le sonrió y Chace también en su aturdimiento esbozó una sonrisa. -Me han dicho que te estás recuperando muy bien.

Hablaba mientras Elisa se revolvía entre sus manos y la jalaba hacia la puerta, sin delicadeza la lanzó fuera de la habitación y cerró la puerta. Elisa cayó de rodillas totalmente indignada. Alex se volvió a Chace, su mirada pedía disculpas.

-Entiendo que no quieras verla, pero sabes que ella...

-Nunca cambiará -completó la frase, aunque presentía que Alex no iba a decir eso. -Yo actué como loco, pero no me siento bien. -Continuaba adormilado, sus ojos se cerraban solos.

-Descansa, hablamos luego.

***

Elisa cayó y varias piernas se aglomeraron a su lado.

-¡Elisa! ¿Cómo se te ocurre? -retó su madre- Está enfermo, acaba de salir de una operación y tú le gritas.

Ella se levantó cual resorte, su madre continuaba hablando y lo vio, tenía ira en sus ojos. Ian sintió temor cuando endemoniada se acercó a él, claro, no adivinó que ella vendría con su puño listo.

Cuando Alex salió se topó con Elisa hundiendo su puño en la cara de Ian. Aquel viaje como que la había empeorado.

-¿Por qué no me dijiste? -gritó furiosa. Alex la tomó por la cintura sujetándola para que no se acercara mucho a Ian quien se tomaba la nariz quejándose. -Suéltame Alex ¡Suéltame! ¡Suéltame! -vociferó ante las manos de él aun sujetándola. Se revolvía como madame Dubois en Madagascar tres.

-¡Quédate quieta! -Le gritó desde lo más hondo de su corazón. La mamá de Elisa, Jessica, Ian y Liam no podían creerlo. Liam escupió una carcajada, era cómico ver como Elisa del tiro se quedó quieta.

-Eso Alex, por primera vez veo que dominas a tu yegua. -Se burló Liam.

-¡Desgraciado! -Elisa de verdad parecía un animal salvaje. -¿Por qué no nos avisaste? -Volvió a preguntar más calmada.

-Te lo diré todo cuando estés más civilizada.

Elisa volteó los ojos fastidiada y se fue con dirección al ascensor. Alex no la siguió, estaba cansado más de lo que cualquiera pudiera imaginar. Se lanzó en el sofá de la sala de espera y su celular comenzó a vibrar en su bolsillo, era su madre, no tenía más opción ya era hora de atenderle.