Confesiones por Skype

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CAPÍTULO 33

- Entoces... ¿ Dónde has estado todo el día? - Me pregunta mi padre mientras cenamos.

- Ya sabes, por ahí. - Respondo seca y esquiva.

- ¿Has hecho algo especial?

- Bueno, he pensado en suicidarme, pero no creo que te importe.

- No me gustan tus bromitas, Astrid.

- Ni a mi tus "negocios ". Por cierto, en Nochebuena tengo planes, no les digas a los Müller de quedar ese día porque no voy a ir. - Digo y me levanto de la mesa.

Voy a mi habitación y me tiro sobre la cama. Me pongo los cascos, música triste a todo volumen, y me dedico a mirar al techo hasta que me quedo dormida.

Al día siguiente me levanto tarde. Voy a la cocina a desayunar algo y en la puerta del frigorífico veo una nota de mi padre: "Emergencia de trabajo, estoy en la sucursal de la empresa en Madrid. Comida con los Müller en Navidad. Llegaré cuando pueda. Un saludo. "

Y ese es mi papi, tan cariñoso y cercano como siempre, pienso irónicamente. Leo el "telegrama " y no puedo evitar enfadarme, por lo menos puedo ir a casa de Matt.

Ya está bien, pienso, no puedo estar así toda la vida, no voy a seguir sintiendo pena por mí misma.

Les dejo un mensaje a Lis y Claire y quedamos para conectarnos vía Skype a las cuatro de la tarde. Me dedico a tocar el piano y a perfeccionar la música del proyecto lo que queda de mañana. Me detengo cuando mi estómago hambriento gruñe, al leer la nota se me olvidó desayunar. Pido una pizza, la especial de Matt, y me la como mientras veo un programa basura en la tele.

Me conecto a Skype desde el ordenador un poco antes de la hora y espero a que estén conectadas para iniciar la viodeollamada.

- Wow, Tris, ¿qué te ha pasado? - Pregunta Claire nada más aparecer en pantalla.

- Hola para ti también. - Le digo irónica.

- En serio Astrid, ¿te has mirado en un espejo últimamente? - dice ahora Lis.

Miro mi imagen en el cuadro pequeño de la pantalla, ojeras, pelo revuelto, ojos rojos y párpados hinchados...

- Ya... He tenido unas vacaciones moviditas, luego os cuento. - Digo esquivando el tema. - ¿ Qué pasó con Luke al final? - Claire guarda silencio.

- No le habla, el pobre está que se tira de los pelos, no sabe qué hacer con ella. - Responde Lis en su lugar.

- No es eso, no lo entendéis, es que no puedo confiar en él. - Dice la morena por milésima vez y Lis rueda los ojos.

- Criatura, te salvó del depravado de Dylan, te ha estado cuidando, te da espacio...

- Ya no me creo su falsa apariencia de niño bueno, Lis, no voy a tropezar dos veces con la misma piedra.

- Claire, - digo lentamente intentando tranquilizarla con mi voz - necesitas que te ayudemos y para eso, tienes que contarnos la historia entera.

Ella esquiva mi mirada y respira hondo varias veces. Al cabo de un rato de pensárselo, asiente con la cabeza rápidamente.

- Está bien, pero no me juzguéis por lo que hice. - Respira entrecortadamente y empieza a relatar. - Yo, cuando entré nueva, estaba en el séquito de zorras de Melanie. - Abro los ojos como platos ante tal confesión, ¿la dulce Claire con esas perras? - No me miréis así, al principio era simpática.

- Tranquila, en parte te entiendo, yo también caí en su trampa. - Le digo y la animo a continuar.

- Total, que ella sabía que no estaba interesada en los chicos, no le conté de mi pasado, pero supongo que por mis reacciones sabía que algo no iba bien. - Hace una pausa. - Así que me dijo que tenía que salir con un chico o dejaría de ser mi amiga. Era mi única amiga y me aterrorizaba perderla, por lo que la hice caso.

- Esa chica siempre utiliza el mismo modus operandi, es tan parecido a lo que me hizo a mí... - Digo y Claire asiente.

- El chico, como os podréis imaginar era Luke. Empezamos a hablar, bueno, discutíamos si era mejor el cine o el teatro. - Dice con una tímida risita y los ojos brillosos. ¡Alerta enamorada, tenemos un 3312! - Nos empezamos a volver muy cercanos. Iniciamos una guerra de bromas entre nuestras dos especialidades...

- ¿ Quién ganó? - La interrumpe Lis.

- Nadie, cuando empezamos a salir quedamos empate. - Confiesa y Lis, la más "amorosa " de la tres, chilla de emoción. - Aunque empezó como un juego yo en verdad estaba enamorada de él. No lo suficiente como para hablarle de eso, pero si como para intentarlo. - Hace otra pausa en la que toma aire y piensa en lo que quiere decir, parece que está reviviendo toda la historia. - Era ya casi final de curso, estábamos a tope con exámenes y pues dejamos de vernos tan frecuentemente porque teníamos que estudiar. Uno de esos días recibo un mensaje en el que dice que lo siente, que no puede seguir con alguien como yo, que soy aburrida, seria y que nunca seré lo suficientemente buena para alguien como él. Bueno, os podéis imaginar. - Dice y se quita una solitaria lágrima que corre por su mejilla. - Odio decir esto, pero caí en una depresión, no comía, no dormía y no estudiaba. Suspendí casi todas, por su culpa, porque me rompió el corazón.

- Oh, Claire.

- Lo peor es que encima se hace el tonto y dice no saber qué hizo. ¡ Cómo si yo no tuviera la opción de estar mal por que me dejara! - Exclama ya llorando desconsoladamente. - Ni siquiera nos besamos, a penas duramos tres semanas, de las cuales, la última me la pasé estudiando, pero aún así estaba dispuesta a arriesgarme con él. - Acaba su relato y transcurren unos minutos de silencio.

- ¿Y has hablado de esto con él? - Pregunto. - Escuchar su parte de la historia, ya sabes.

- No, no creo que sirva de nada.

- Podrías intentarlo. - Dice Lis. - Yo creo que te quiere, aunque después de saber lo que pasó... Puede que haya cambiado.

- No sé. Ya veré lo que hago.

- Oye, Lis, ¿qué tal Nueva York?

- Bien, nevado y petado de gente. Ya sabes, lo típico.

- ¿Y con tu madre? - Pregunta Claire.

- Tan exigente como siempre. - Responde rodando los ojos. - Está con ensayos de la nueva temporada y me va a llevar a verlos para "hacer algo productivo en las vacaciones ". Quiere que sea su sucesora en los musicales o no sé qué historia tiene en su cabeza ella. Ahora te toca a ti, Astrid, de esta no te escapas. - Dice y me mira interrogante.

- Pff, ¿por dónde empiezo? - me quejo.

- ¿Por Matt? - Sugiere Claire riendo y contagiándole a Lis sus carcajadas.

- Sí sí, queremos detalles. ¿Ha habido salseo? - Dice la rubia provocando mi risa.

- Lo siento chicas, no ha habido salseo. - Digo con una mueca triste falsa que es rota por una sonrisa incontrolable. - Es complicado. - Me miran expectantes. - Me gusta, le gusto y lo nuestro es imposible.

- ¿Eing?

- What?

- Pues eso, que no va a haber nada entre nosotros. - Respondo a sus confundidas preguntas.

- Pero, ¿cómo? ¡Si sois tal para cual! - Exclama Lis y mira su móvil. - Mierda, me tengo que ir. Esto no se va a quedar así, tenemos una conversación pendiente. - Amenaza y se desconecta. Claire me mira con ojos de cachorrito.

- No voy a decir nada más. - Digo levantando las manos como diciendo "regístrame, soy inocente ".

- Bueno, entonces yo también me voy. Mi madre me quiere llevar a comprar ropa. - Dice horrorizada.

- Respira, ¡no te mueras! - Digo y reímos.

- Lo intentaré, adiós.

- Chao. - Me despido y me desconecto.

Capítulo nuevo!! Va sin revisar. Espero que os guste y que estéis pasando un buen verano. Votad, comentad y compartid.
Besos M

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2016 ⏰

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