Lis

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CAPÍTULO 16

Narra Lis

Ya han pasado 3 semanas desde el baile y la trágica ruptura. Han remitido un poco los cotilleos. Como dijo Tris, Robert es gay, el lado positivo es que estuvimos bailando y pasándolo bien toda la noche y me enseñó algunos trucos para ligar. Por otro lado, Astrid está muy mal. Todos los días sonríe y sale de la habitación como si nada pasase, pero nosotras sabemos que no es así, puede hacerles creer a Luke, a Matt y al resto de la academia que lo de Dan no le ha afectado en absoluto, pero nosotras la hemos escuchado llorar por las noches. Hemos intentado consolarla pero nos aparta y pasa mucho tiempo sola. Solo sale para dar clases y comer, el resto del tiempo está encerrada en nuestra habitación frente al escritorio estudiando o en un aula de música sin para de tocar. Matt de esfuerza por quedar con ella y avanzar un poco con su proyecto, pero ella le da largas diciendo que está escribiendo la música y que para navidades ya lo tendrá. En cambio, yo, quedo casi todos los días con Nick, el chico nuevo y misterioso con el que me tocó hacer el proyecto. Subo las escaleras de madera que llevan a la casa del árbol y le veo recostado contra una pared, mirando por la ventana. Sus ropas oscuras resaltan contra su blanca piel, viste unos vaqueros, botas militares y una camiseta de manga corta que le marca los músculos del torso y los brazos y deja a la vista el tatuaje de su cuello. Sí, hoy también hemos quedado. Entro por la estrecha puerta de la casa, que se encuentra en lo alto de un roble en un sector alejado del jardín que nadie conoce, y me siento a su lado.  

-¿Día difícil? - Me pregunta, a lo que yo suelto un suspiro. 

-Tris no volvió a la habitación anoche y tampoco ha ido a desayunar.  

-No te preocupes, ella sabe cuidarse sola. Dale tiempo, déjala pensar, aclarar sus ideas, ya volverá cuando se sienta preparada. Hay veces que la gente quiere estar sola. 

-¿Cómo puedes decir eso? A nadie le gusta estar solo. 

-A mi me gusta estar solo. 

-¿Y por eso estás conmigo todas las tardes y todos los fines de semana? 

-Es diferente, esto es por el proyecto, ni siquiera pienses que me caes bien.-dice con una voz muy fría y dura. 

-Bueno, pues yo te consideraba mi amigo, pero ahora me doy cuenta de que simplemente le contaba mi vida a una piedra.-le respondo con la voz rota intentando controlar las lágrimas y me levanto para irme. 

Me agarra de la muñeca con suavidad y me dice que me vuelva a sentar.  

- Lo siento, a veces se me olvida que eres tan sensible. No estoy acostumbrado a filtrar lo que pienso. 

-Bueno, vale, no pasa nada. De todas formas, te conozco desde hace más de un mes y no sé nada sobre ti, solo tu nombre y que eres poeta .-cuando digo esas palabras se le oscurece la mirada, sus ojos ámbar se vuelven marrones y dan verdadero miedo.  

-Te prometo que un día te contaré sobre mi pasado, pero ahora no es el momento.-dice y luego de eso, en un susurro que siento que no debería oír dice- No quiero asustarte, eres demasiado importante para mí, no soportaría perderte. 

-Entonces, ¿ya has escrito la letra?-le pregunto intentado cambiar de tema. 

-Me queda el final, tengo que encontrar las palabras que lo hagan inolvidable, que hagan llorar de emoción a las abuelitas.- me río ante su comentario. Nuestro proyecto es, básicamente, un texto o poema suyo, que todavía no me quiere enseñar, al que yo le pongo música pero solo con voces, a capella, un poco como en la peli "pitch perfect". -La verdad, es que he estado un poco agobiado con los exámenes. 

-Ya, yo también. Tengo todos esta semana. 

-Si quieres esta semana nos la tomamos de estudio y cuando pasen los exámenes volvemos a quedar. 

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