7. Dramas pre-baile.

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Emilia's PoV.

—¿Break free?

—No —respondí.

—¿Shake it off?

—No.

—¿Gangmna style? —dijo rendida Danna.

—Quien vuelva a nombrar a esa estúpida canción le tiraré un zapato. Juro por Dios que no la soporto —contesté.

—¿El pollito pío? —dijo Rose.

—¡No, niñas, no! Necesitamos otra cosa, algo nuevo. Y el estúpido chino y el pollo ¡no nos sirven! —me desesperé.

En el gimnasio, día uno oficialmente. Las tengo a todas paradas en frente a mí tratando de organizarlas. Después de que tocara el timbre del recreo vinimos aquí, solo que justamente por la ''inauguración" de hoy varios chicos, especialmente varones, se paseaban a cada rato por aquí. Cosa que absolutamente todas odian, y nos tocó poner a las que suelen ser suplentes en las puertas para que las mantengan cerradas.

Tenemos cuatro días, contados, para armar otra coreografía. No nos resulta tan difícil esa parte, lo malo es que no tenemos ni idea que canción bailar. Y este grupo de locas con sus ideas raras no ayudan.

—¿Bad Blood? —dijo otra.

—No, ya la hicimos.

—¿Lean on?

—No, espera... Tal vez sí... podemos intentar con esa. ¡No sé!

—Emil, necesito hablar contigo —me interrumpió Emma, quien estaba al lado mío viendo a las demás chicas, asentí.

—¡Muy bien, todas! ¡¿Están cansadas de mis gritos?! —todas me gritaron un sí rotundo —Ok, tiempo de descanso, y todos sabemos lo que significa... ¡MODO LIBRE! —grité.

Soltaron un grito de alegría y le lancé el control remoto del reproductor a Rose para que escoja la música que quisiera. Ella lo atrapó en vuelo y sonrió. El modo libre básicamente era como romper filas en un ejército. Yo le lanzaba el mando a cualquiera de las chicas para que cambie de canción y las demás hacían una especie de ronda donde la que estaba en el centro tenía que mostrar lo mejor que sabía hacer, lucirse.

Era en cierto modo aún más cansado que ensayar, pero también mucho más divertido que yo gritando órdenes y movimientos. Siempre hacía esto cuando las veía frustradas, cansadas o desanimadas, y siempre funcionaba.

Jalé a Emma a lo alto de las gradas para poder hablar con menos ruido (no se notaba mucho la diferencia pero era mejor).

—Dos cosas, la primera es que la mayoría de las chicas se sienten presionadas. Solo quedan cuatro días para el baile y a casi todas les faltan cosas por preparar. Vestidos, citas, compras, zapatos, maquillaje y esas cosas. Y el ensayo las mantiene demasiado ocupadas, necesitan tener su tiempo —me dice, y asiento lentamente.

No había pensado mucho en ello porque para mí no era problema, pero me olvidaba que las demás no son como yo.

—Bien, es un buen punto y necesita solución —le digo y ella asiente —Haremos esto, pregúntales a todas lo que les falta y dime las que estén más desocupadas. Solo trabajaré con ellas.

—Eso ya lo hice y las únicas disponibles son Danna y Rose. Ya tienen todo, excepto el maquillaje, pero eso dijeron que es fácil.

—Bueno, en un rato les preguntare para preparar todo solo con ellas entonces —respondí.

—¿Y yo? —inquirió ceñuda.

—¿Y tu qué? —pregunté sin entender.

—¿No piensas en mí? ¿No bailaré contigo? —gimió.

Un corazón por sanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora