15. Los gemelos Venora.

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Joseph's PoV.

Cuantas cosas habían pasado en todo este tiempo. Han pasado más de dos meses desde que Lucía era mi novia, Luma seguía existiendo, Sweet Blood pronto entraba a la Competencia Intercolegial de Danza y Baile, y el equipo del colegio se preparaba para el Campeonato Intercolegial de Fútbol Americano.

Mi vida actualmente consistía en moverme entre mi novia, mis amigos, las prácticas de fútbol, acompañar a Luke en los ensayos de Emma en su grupo, y ser el sentido común de Emilia, aunque esto último casi nunca funcionaba y yo terminaba siendo cómplice en sus locuras. Era cansado, pero valía totalmente la pena.

—¡Niñas! —Emilia llama la atención de las chicas, ahora estábamos en el gimnasio, después del colegio, hace poco me había enterado que el director era su tío y gracias a eso podían hacer los ensayos aquí luego de terminadas las clases. Aunque los únicos que sabíamos de eso, según me dijo Emilia, somos Luke, Emma, Danna, Rose y yo, no teníamos permitido decirle nada a nadie más.

Yo estaba acompañando a Luke, con Lucía a mi lado y él embobado en Emma. Por cierto, Lucía y las chicas se llevaban bien, su relación seguía siendo cortés pero también distante y lo único que las conectaba era yo de por medio, pero me alegraba de que al menos no se odiaran.

—Hoy haremos los ensayos un poco diferentes, porque es un día especial —dice Emilia.

—¿Qué pasa? —pregunta Rose.

—Hoy contactamos a dos personas, dos gotitas de agua que nos ayudaran en todo esto —dice Emma haciéndose la misteriosa. Le lanza una mirada cómplice a Emilia y sonríen.

—Adivinen de quien se trata —pregunta Emilia.

—Mujer, déjate de misterios y dinos rápido que el suspenso me mata, ¡por Dios! —les grita Danna y las chicas se ríen.

—Bueno, bueno, ya. Emma, llámalos —Emilia sonríe y Emma hace un silbido con la boca. Luke me está viendo como preguntándome si sé de qué trata todo esto, pero me encojo de hombros en negación. Inmediatamente, dos chicos entran corriendo al gimnasio, son gemelos. Ambos llevan camisetas iguales, pero una dice Cosa Uno, y la del otro chico, Cosa Dos.

—¡Hola, nenas! —grita el que tiene la camiseta de Cosa Dos. Todas las chicas gritan emocionadas, se levantan del suelo donde estaban sentadas y corren a su encuentro abrazándose y gritando.

—¿Alguno de ustedes tiene idea de qué ocurre? —nos pregunta Lucía susurrando, Luke y yo, negamos con la cabeza.

Después de que se calman se vuelven a sentar, pero esta vez al lado de Emma y Emilia, que están de pie frente a ellas, se quedan los gemelos.

—Sorprendidas, ¿verdad? —pregunta Emma retóricamente. Luego se pone a explicarles, junto con Emilia, todo el rollo.

Lo que entendí fue que los gemelos a los que cariñosamente llamaban Cosa Uno y Cosa Dos, cuyos nombres en realidad son Andrew y Patrick Venora, eran bailarines también y conocían a las chicas desde hace algún tiempo, pero por cosas de la vida no se veían, con ninguna de ellas, desde hace dos años. Hace poco Emilia, con ayuda de Emma, los habían buscado, les explicaron lo del intercolegial y, como las reglas no lo prohibían, les pidieron ayuda para las coreografías.

Y, para darles una sorpresa para las demás, habían preparado tres preliminares. Una de ellas la hacía Andrew (Cosa Uno) y Emma; la otra, Patrick (Cosa Dos) y Emilia, y la tercera, los cuatro juntos, todas esas coreografías las usarían en las diferentes etapas de la competencia, aparte de las que prepararían con todas las chicas.

—Bueno, eso es todo —dice cuando terminan de explicarlo.

—Pregunta, ¿quién quiere demostración de lo que tenemos hasta ahora? —dice Andrew, las demás gritan un yo.

Un corazón por sanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora