Capitulo 21

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Siento frio, el olor se me hace conocido ¿Dónde estoy? ¿Por qué todo sigue oscuro? Y empieza a esclarecer, paso de negro a gris y luego veo manchas. Manchas que se convierten en figuras, hago un esfuerzo para mejorar mi vista y se va enfocando lentamente, techo blanco y pared azul claro, el lugar se me hace conocido. Mi vista empieza a mejorar y siento mi cuerpo otra vez, reacciono y me doy cuenta que estoy en la enfermería ¡Otra vez! Miro a mi alrededor y no veo a nadie, hasta que volteo hacia la derecha, esta Eliot durmiendo en el sofá y de repente entra Alena.

- ¡Despertaste! - exclamo.

Eliot se despierta de golpe y se acerca a verme.

- ¿Estás bien? - pregunto Eliot.

- Si - pronuncio con un poco de voz.

- ¿Cómo te sientes? - pregunta Alena.

- Cansada.

- Lo debes estar - contesta Eliot.

- ¿Cuánto llevo dormida?

- ¿Dormida? - se burla Alena - Amiga te desmayaste en la mañana.

La miro estupefacta.

- Peleaste con George y bueno, ya sabes como termino todo - me recuerda.

- Lo recuerdo - dije.

- Zacarías traspaso los limites - comento Alena.

- No sé que quería - dije sin fuerza - Todo estos días ha sido amable y hostil.

- Zacarías nunca da nada sin algo a cambio.

- ¿Pero qué quería a cambio? - pregunto Eliot.

- Joder a Guess, eso es un deleite para él.

- El sabe lo de Alan, el nos jodío el baile - comente.

- Por eso te ha estado explotando toda esta semana para enojar Alan y aprovecharse de la situación, no es tonto - argumento Alena.

- Quiere llevar a Alan al límite - respondió Eliot.

- Quiere y lo llevo a los limites Eliot - asintió Alena.

- Pero a él parecía que no le importase - Eliot se encogió de hombros.

- No sé si le importe o no, pero para mí algo pasa - contesto Alena.

- ¿Algo como qué? - pregunte.

- Nose Guess, pero Alan nunca dejaría que Zacarías lastimara a cualquier chica, sea de su clan o no y menos si es su novia, sinceramente para mí todo esto está muy raro.

- Nose que creer ya - comente - El ha estado evitándome e ignorándome todo estos días.

- Más razón me das - explico Alena.

Suspire.

- ¿Qué hora es? - pregunte.

- Las 8:35 pm - respondió Alena, viendo su reloj.

Madre mía, el día se me fue un abrir y cerrar de ojos, literal. Trate de levantarme para bajar de la cama.

- ¿A dónde vas? - pregunto Alena.

- A mi habitación - conteste.

- No puedes irte, no te han dado de alta.

NaomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora