Listo, lo dije. El solo alzo las cejas por la sorpresa.
- ¿Llego a pasar? - pregunto.
- No.
- ¿Querías besarlo?
- No - dije indefensa, nose a donde llegaría esto.
- Entonces no hay problema - finalizo.
¿Qué? ¿No se iba a molestar? ¿Quién era este chico?
- ¿No te vas a molestar? - pregunte anonadada.
- No ¿debería hacerlo, acaso? - pregunto parándose.
- Bueno... pensé que reaccionarias de otra manera.
- Naomi, Zacarías te desea, podría haber intentado algo peor - comento guardando los papeles en el estante.
- ¿No te preocupa el hecho qué lo vuelva a intentar?
Se volteo hacia mí.
- Si lo vuelve a intentar, personalmente iré a romperle la cara - dijo tranquilamente - Además, confió en ti.
Oh.
- Sé que no lo permitirías.
Asentí y ambos caminamos nuevamente al escritorio.
- Bueno - suspire - Ya descubrimos su plan y no tiene porque afectarnos - comente y le tome la mano.
- Con respecto a eso, creo que lo mejor es mantenernos bajo perfil durante un tiempo.
¿Qué?
- ¿Qué quieres decir?
- Separarnos - soltó en seco.
- ¿Qué? - solté su mano y me pare nuevamente, histérica - ¿Qué te pasa Alan Mortiz? Primero me dices que ya todo está bien y ahora que prefieres dejar las cosas hasta aquí.
- Reconsidere las cosas y prefiero estar 100% seguro que Zacarías no te pueda hacer nada.
Es la estupidez más grande que había oído.
- ¿Estás hablando en serio? - pregunte sorprendida.
El hizo una mueca.
- ¿Pretendes darle a Zacarías lo qué quiere? - estaba estupefacta.
El no decía nada, no paraba de mirarme de arriba abajo ¿Qué acaso tenía un mono guindado?
- ¿Alan? - me empezaba a desesperar.
- Lo siento - movió la cabeza como aclarando su vista - Solo que... no puedo dejar de verte, estas muy hermosa.
¿Qué? ¿Acaso escucho algo de lo qué le dije? Sin embargo su halago me logro ruborizar. El se levanto y en menos de 5 segundos lo tenía frente a mí, muy cerca, me tomo por la cintura y me pego aun mas a él, eso me dio un vuelco, mi respiración se agito y moría por un maldito beso ¡BESAME YA!
- Y tienes razón, no le voy a dar a Zacarías lo que quiere - me apretó aun más hacia el - Justamente lo que él quiere, es mío y lo que es mío, no lo comparto con nadie.
Y al fin, me beso, esta vez de manera ruda ¡Dios! Al fin, mi cuerpo se destenso y logre sentir calor, nuestro calor, el beso se alargo, teníamos tanto sin esto, era justo y necesario, caminamos hasta nose donde, pero sentí algo frio detrás de mí, una pared, me acorralo y seguimos en lo nuestro, bajo hasta el cuello y luego volvió a mi boca. Paro, tenía la respiración entrecortada.
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Naomi
Romance¿Imaginar lo difícil qué puede ser llevar una doble vida? Naomi no imaginaba lo caro que pueden llegar a ser las consecuencias de sus actos y lo difícil cuando las dos vidas que lleva se ligan, cuando todo se enreda, cuando mientes, engañas, cuando...