- Hola – murmuro.
- Hola – respondí con nerviosismo.
- ¿Estás ocupada?
Negué con la cabeza. Mierda.
- ¿Podemos hablar? – pregunto.
¿Por qué no deje la inyectadora en otro lado? Mi mano empezaba sudar de los nervios.
- ¿Qué sucede? – pregunte con la voz ronca.
- Vine a... – parecía nervioso – A pedirte una disculpa.
- ¿Por qué?
¿En este preciso momento? Dios, este tipo de adrenalinas no me gustaban.
- Por... - respiro hondo – Por lo que dijo Maureen.
¿Qué? ¿Se está disculpando por qué es verdad? Reafirme mi agarre a la jeringa porque con esta bomba, podría soltarla en cualquier momento. Respire hondo, mis ojos se ampliaron y solo estaba a la esperaba de que continuara la frase. El me miro como si esperara a que yo continuara la conversación.
- Lo que él dijo... - miro hacia el suelo.
En eso la imagen de aquel chico apareció detrás de Santiago, como una sombra, el negativo de una foto y sé que su presencia se debía al terror que sentía por lo que fuese a decir Santiago. Odiaba esa imagen.
- No es cierto – explico, subiendo su mirada hacia mí.
Lo mire nuevamente y con ello desapareció como pólvora aquella imagen. Volví a la realidad, estaba él solo, sin fantasmas. Me miro extrañado
- ¿Estás bien? – pregunto.
- Si – asentí.
- Ah... Nunca pensé en ti como algo solamente físico - continuo – Eres preciosa.
Soy preciosa, esas palabras. Apareció nuevamente el. Maldición ¡Vete ya!
- Y tal vez yo esté en la edad de las hormonas... - prosiguió.
Pero cada cosa que decía, hacia más fuerte la presencia de ese fantasma. El corazón se me acelero. Era el miedo apoderándose de mí, sino terminaba pronto entraría en crisis.
- Pero siempre me gustaste por tu personalidad, por tu misterio...
- ¿Misterio? – pregunte saliendo de esa burbuja del terror.
El desapareció nuevamente. Gracias al cielo.
- Eres todo un enigma Naomi.
Volví a la realidad.
- Y el sitio puede confirmarlo – dijo mirando hacia varios lados – Digo ¿Quién imaginaria qué perteneces a una sociedad secreta? ¿A un clan? Es algo loco de imaginar.
- No puedes juzgar a un libro por su portada, ni mucho menos por sus tres primeros capítulos – respondí.
Mi miedo había cesado.
- Eso suena a mucho – contesto.
Y me percate de su mirada, sus ojos estaban un tono más oscuro de lo común.
- Pero eres un libro muy contenido – agrego.
Ahora era un libro, era lo más anormalmente romántico que me habían dicho en mi vida. Con cada frase mi corazón se iba desacelerando, estaba volviendo a mi, a este momento. El y yo.
ESTÁS LEYENDO
Naomi
Romance¿Imaginar lo difícil qué puede ser llevar una doble vida? Naomi no imaginaba lo caro que pueden llegar a ser las consecuencias de sus actos y lo difícil cuando las dos vidas que lleva se ligan, cuando todo se enreda, cuando mientes, engañas, cuando...