Capitulo 72

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¿Compañero de ¡¿Quéééééeé?! 

- ¿Y donde dormirá Sabana? 

- Con Carlos, en el otro cuarto. 

Oh claro, sexo salvaje toda la noche. Sabana era mujer muerta, me volví un manojo de nervios. La última vez que nos vimos las cosas no terminaron bien y creo que había muchas cosas pendientes entre él y yo ¡Dios, Dios! 

 - Ah... Ok – asentí resignada. 

Esto me había caído como un balde de agua fría. Jamás lo espere y... ¡Matare a Sabana! ¿Cómo no me dijo? 

- Permiso – pedí para salir y fui en busca de mi amiga, por suerte la encontré en la sala con Carlos.

- Hola Carlos – salude - ¿Me la prestas un momento? – la hale de inmediato. 

Salimos al porche rápidamente. 

- ¡¿Qué diablos pasa contigo?! ¿Por qué no me dijiste nada? – grite en susurros para que nadie nos escuchara.

- ¡Sorpresa! – alzo las manos.

- ¿Y cómo es eso que es mi compañero de cuarto? – estaba molesta.

- Más tiempo para los dos – aludió con risa – Relájate, son pocos días.

- Una cosa es que venga pero otra cosa muy distinta es que tenga que compartir cuarto con él, Sabana Margarita.

- Naomi Tulipan – contesto y eso me causo gracia – Tienes que aprender a relajarte, seguramente el chico querrá hablar o abran cosas que preferirá hablarlas en privado o le dará por hablarlo a la media noche o... Tal vez intente besarte, solo Carpe Diem amiga. 

Rodee los ojos.

 - Además, necesito recuperar tiempo con mi hombre – prosiguió.

- Pueden ir a un hotel – respondí.

- O a la otra habitación – refuto.

- Eres una enferma sexual – dije.

- Me lo agradecerás – dijo sobando mi brazo – Tienen mucho que hablar y resolver – me guiño el ojo y me halo para entrar nuevamente.

 Volvimos a la sala y ahora estábamos los 4. Lucena apareció desde la cocina. 

- ¡Nuevamente todos reunidos! – dijo con entusiasmo – Después del almuerzo iremos a esquiar.

Luego de comer, fuimos todos a esquiar en grupo, así que no hubo momentos incómodos ¡Gracias Dios! Volvimos a casa al anochecer y luego de una buena cena, me bañe y fui directo a la cama, estaba muy cansada al igual que el resto, además que Sabana no perdería tiempo con Carlos y yo no quería oír nada desde la sala. Me acosté y me tape con la sabana hasta la nariz, dándole la espalda a la otra cama, estaba negada al hecho de iniciar conversación con Santiago. El entro unos 10 minutos después, yo en lo posible intentaría ignorarlo. Apago la luz y se acostó. A pesar de que tenía sueño no podía conciliarlo, no sabiendo que lo tenía en el mismo cuarto, de espaldas. Sentía tensión en el ambiente, sin embargo el no dijo nada, al menos hasta antes de que cayese rendida poco a poco. 

Al día siguiente me levantaron muy temprano pues había una competencia de esquí y Fredd participaría. Al cabo de media hora estábamos en la pista, esta era más inclinada de las que habíamos visitado. Había mucha gente eufórica, gritando y haciendo barras. Eran 20 participantes. Nos unimos a la multitud detrás de los banderines, llamaron a los participantes y estos se pusieron en pose, nosotros estábamos al final de la pista, a escasos metros de la meta y desde ahí, la colina se veía mucho más empinada. Estaba muy emocionada y a la vez nerviosa por Fredd. Quería saltar y gritar pero con tanta ropa encima, apenas me podía mover. 

NaomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora