Capitulo 75

161 7 1
                                    

El tomo mi mano y la coloco nuevamente en su pecho. Lo mire, me había quedado sin aliento.

 - Estoy a punto de un infarto, por favor contesta – suplico. 

Oh por Dios. ¡Por esto estaba tan nervioso! Que mal me hacía sentir que había estado pensando lo contrario. Lo mire.

 - ¿Estás seguro de esto? – murmure casi sin aliento. 

Era la propuesta más tierna que me habían hecho desde hace mucho. Era como volver a mi adolescencia.

 - Más seguro que nunca – contesto sin parar de mirarme. 

Mire su camisa nuevamente y sonreí. 

- Si – susurre – Quiero ser tu novia, Santiago.

El inmediatamente salto a besarme, tomándome por la nuca. Sus labios estaban fríos y sus latidos empezaron a volver a su ritmo normal. Era nuestro primer beso como novios. ¡Era su novia, su chica! Ahora mi corazón estaba acelerado, pero de felicidad. Y tal vez por tal motivo sus labios me sabían más dulce y... ¡Dios, estaba pérdida! Al separarnos nos hundimos en un abrazo, su aroma natural, su colonia. Este chico me gustaba más cada segundo que pasaba. La noche había sido perfecta a pesar de sus terribles nervios. La comida, la propuesta, el sitio, la melodía... Era una combinación perfecta. No quería soltarlo, lo abrace aun más, hundiéndome más en su cuello, en su aroma. Si, ahora si este era mi nuevo lugar favorito. 

- Quiero que veas a alguien – murmuro.

- ¿A quién? – me separe de él.

- Ven – me halo de regreso a la plaza y me tomo de la mano.

- ¿A quién veremos? – pregunte.

- ¡Hijo! – oímos. 

Mire hacia el frente, era la señora Antonia. Ay Dios mío, los nervios volvieron a mí. Estaba muy arreglada y llevaba un sobretodo negro. Llego a nosotros con una gran sonrisa, me abrazo de inmediato y muy fuerte. Luego abrazo a Santiago. 

 - ¿Cómo estuvo la cita? – pregunto muy entusiasmada – Naomi, mi niña, tantas cosas que te tenias guardada – murmuro sin parar de sonreír. 

Dios, me sonroje. 

 - Mamá, para – pidió con gracia Santiago – Estuvo bien.

- Estuvo fantástica – comente en un tono muy suave y tranquilo. 

Creo que aun seguía encantada con todo lo que ocurría, tanto que no me había dado cuenta como hasta mi voz y mi ritmo de hablar cambiaba. Metí mis manos en los bolsillos por el frio.

 - Me alegra oír eso. Yo estoy esperando a tu padre – comento hacia Santiago.

- ¿Tienen una cita también? – pregunte sonriente.

- Si, bueno en realidad estamos de aniversario hoy.

- ¿En serio?

- Si. ¿Santiago no te dijo? Hoy hace 25 años, en esta misma plaza, su papá me pidió matrimonio – comento inspeccionando el lugar. 

Oh no, oh no. Mire a Santiago y nuevamente a su mamá.

- Venimos todos los años a celebrarlo – realmente se veía y oía muy feliz y radiante.

- Muchas felicidades – desee – Espero sean muchos más señora Antonia, tienen una familia maravillosa – mire hacia su hijo. 

NaomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora