Capitulo 61

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- Porque ya no te reconoceré como la mejor amiga de mi hermano - continúo.

Voltee a verlo.

- ¿Entonces quien seré? - pregunte con la voz ronca.

- Serás Naomi. La chica patea traseros más linda que he conocido.

Rápidamente voltee hacia el frente porque mi cara había pasado a ser un tomate y trataba de suprimir la sonrisa me produjo el oír eso.

- Que categoría más cool – comente y era imposible, tenía mi sonrisa de oreja a oreja.

- Lo es - dijo animado.

Se hizo el silencio y esperaba que no se volviese incomodo.

- ¿Puedes tenérmelo? – pregunto tendiéndome su vaso.

- Si... – dije.

Y apenas lo tome el se abalanzo sobre mí, tomándome por detrás de las orejas para no poder escaparme. Planto rústicamente sus labios contra los míos y... ¡Me estaba besando! La adrenalina del momento subió a 1000% por segundo, mi corazón se saldría del pecho y automáticamente respondí a su acción, empezamos a caminar poco a poco; Nos poso detrás del árbol, que era lo suficientemente grueso como para cubrir nuestras siluetas. Sentí la madera fría en mi espalda y ahí reposamos. Nos estábamos besando y era tan... ¡Al fin! Creo que hasta dolía, pero era un dolor jodidamente delicioso. La intensidad y velocidad del beso bajo a uno lento y era mucho más divino, no sabía que deseaba tanto esto hasta que pasó. Sentía que me había ido a la nubes y por un momento había olvidado donde estábamos. Solo éramos el y yo. Empezó a juntar más nuestro cuerpos, más y más; pose mis manos sobre sus caderas y el empezó a bajar las suyas, una quedo en mi cadera y la otra siguió bajando hasta mi muslo, quedándose ahí, acariciando mi piel desnuda, su tacto me aceleraba más el corazón y me ponía nerviosa ¡Me estaba tocando, realmente lo estaba haciendo! Beso tras beso, suave y delicado, podría estar besándolo un largo rato. Oímos voces y nos separamos de inmediato. Lo hicimos en el momento justo porque había empezado a salir la gente. La reunión había acabado. Nos recompusimos.

- Eso fue intenso - comente aguantando la risa porque el tenia todo los labios negros.

- Lo siento, pero las ganas me estaban matando.

- Tienes labial en todo... - comente tratando de quitárselo.

- Debo volver, sino sospecharan – dijo limpiándose el labial.

Tomo su vaso y se marchó hacia la gente para mezclarse. ¿Oí lo que oí? ¿A él también le estaban matando las ganas? ¡Rayos! Mi sonrisa duraría más de lo pensado. Me recompuse y me mezcle entre la gente para pasar desapercibida. Localice a Alena y Eliot.

- ¿Donde estabas? - pregunto Eliot. 

 - Salí a tomar un poco de aire - respondí caminando entre la multitud. 

 - Estuvo genial la cena - comento Alena. 

 - Si - respondí animadamente.

 - ¿No tienen ganas de seguir? - pregunto Alena - Vamos a un bar ¿Qué dicen? 

 - Por mi fantástico, así puedo ver a Edward ¿Y tu Nao?

- Me parece bien - dije sin prestar mucha atención, mis pensamientos seguían atados al beso de hace instantes. 

NaomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora