Capitulo 85

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-          ¡Pfff! – resoplo Elías.

¿Qué estaba oyendo? Mi corazón al igual que mi garganta se endureció.

-          ¿Cuánto te pago?

-          1000€

-          ¡¿Qué?! – abrí los ojos como platos.

-          No te creo nada Mortiz – dijo por detrás Elías.

Alan me miro.

-          El te grabo, te hizo unas preguntas concretas para así poder manipular tus respuestas y me pago para montar la conversación – confeso.

-          ¡¿Qué?!

Estaba sin palabras.

-          Él le hizo llegar esa conversación a Elías y pasó todo lo que tenía que pasar.

El nudo se me empezó a deshacer y mis ojos se mojaron pero aguantaría las ganas de llorar ¿Qué diablos estaba oyendo?

-          Quieres decir que tu – hice énfasis en el TU – Te prestaste para montar una conversación falsa entre Zacarías y yo, que pareciera de tal forma que yo engañaba a Elías con su mejor amigo por 1000€.

-          ¡Ay por favor! – exclamo por detrás el mal nacido.

Alan bajo la mirada y asintió ¡Oh por Dios! Mi corazón hizo un vuelco. Me voltee hacia Elías.

-          ¿Y tú me dejaste por esa conversación? – pregunte dolida.

-          No, te deje porque eras una maldita perra que se acostaba con mi mejor amigo y quien sabe cuántos hombres más.

-          Pero oíste esa conversación.

-          Si, lo hice ¿Y qué? Tu papel de sufrida no te quita lo puta.

Volví hacia Alan.

-          ¿Y los demás audios?

-          Son las respuestas por separado de cada quien.

-          ¿Qué? – pregunto Elías.

Este se dirigió a la laptop de Alan de inmediato y yo mire con mucho dolor a mi líder. Se había prestado para algo tan terrible como montar una conversación falsa entre Zacarías y yo para joder mi relación con Elías. Este reprodujo el primer audio.

-          ¿Qué haces? – se oyó a Zacarías.

-          Estoy leyendo un libro de autodefensa – respondí.

-          ¿Y eso es?

-          Nada interesante – conteste.

-          ¡Esa es la primera respuesta! – acate.

El reprodujo otra.

-          ¿Con quien se reunió Elías, ahora? – pregunto él.

-          Creo que con Alan.

-          A él lo acabo de ver, llego de misión recién.

-          Entonces.... Seguramente con Sebastián.

-          ¿Tienes hambre?

-          No, gracias.

-          ¿Por qué?

-          Acabo de comer.

-          Elías te tiene bien alimentada.

-          Solo se preocupa porque lo haga.

NaomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora