Capitulo 82

165 12 4
                                    

Advertencia: El siguiente capitulo tiene contenido sexual explicito, sino es de su agrado no llegue hasta el final de esta publicación.

.............................................

El corazón lo tenía acelerado y mis manos se volvieron un completo manojo de nervios. Ella devolvió la mirada al escritorio y cerró los ojos. ¡Maldición! ¿Qué había hecho? El Desespero se apodero de mí.

- Nao... - susurre con un hilillo de voz.

- No – respondió duramente.

¡Mierda! ¡¿Qué había hecho?! ¡La lastime! Respiró hondo mientras su cara se empapaba.

- Intentaron abusar de mí – dijo con la voz endurecida.

- ¡¿Qué?! – dije sin aliento.

¿Qué estaba oyendo? Esto había sobrepasado los límites.

- A los 16 – vi como trago el nudo que oprimía su voz y se recompuso – Desde entonces me he estado drogando – me miro – Para olvidar cualquier problema que trate consumirme... que trate de afectarme demasiado – explico desviando nuevamente la mirada.

Maldición esta chica era más frágil de lo que podía llegar a pensar. Ni siquiera sabía que decir.

- Nao yo... - trate de decir.

- Desde entonces mi vida ha sido un desastre – comento – Hasta que te conocí Santiago – susurro.

- ¿Qué?

El corazón se me acelero.

- Me hiciste más fuerte, me diste un equilibrio... buscar un centro – se volteo y camino hacia la ventana – Pero eso no quiere decir que puedas reparar lo rota que pueda estar una persona, o coser sus costuras.

Estaba inmutado por completo, esto se me había ido de las manos terriblemente... ¡Joder! Suspire, tenia sentimientos encontrados. Ella se cruzo de brazos viendo hacia la ventana.

- Yo... yo no lo sabía, ni podía imaginarlo – conteste anonadado.

- No podias saberlo – contesto desde su sitio – Tampoco quería que lo supieras – murmuro.

- ¿Por qué? – pregunte ciertamente dolido.

- Santiago nunca he querido relacionarte con todo lo malo que pasa o ha pasado en mi vida, he tratado de separar las cosas pero a veces parece tan difícil y hasta imposible – argumentaba – No quería que supieses del clan y aquí estas, de que conocieras al hombre que más me hizo sufrir y los tuve que presentar, no quería que supieses de mi problema de adicción porque empezarías a preguntar y conllevaría a esto... a mi lado más oscuro, lo más frágil de mi – se volteo hacia mi – Pero todo lo que evite igual paso.

Su cara estaba totalmente empapada, me rompió el corazón verla asi y se que tenia culpa.

- Nao... no me importa conocer todo eso yo... te quiero de igual manera – dije acercándome a ella.

- Y te agradezco por ello, porque no es fácil querer a una persona que tiene costuras sobre costuras, nunca quise que vieses esas cosas de mi porque se que tu corazón es grande e intentarías arreglarlo a tu manera – hizo – Pero es muy difícil Santiago y peligroso, el intentar coser a una persona rota porque puedes cortarte con sus pedazos y yo no me perdonaría hacerte eso.

NaomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora