Sobredosis de TV

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Cuando apareció en la tele, verla me dió un poco de asco. De solo imaginar cómo llegó hasta ahí, en mi mente cruzaron miles de imágenes prostibularias y vanales. No pude evitar sentirme culpable de eso también, ya que fué tal el daño moral y psicológico que ella me causó, que cualquiera de sus "errores" me los sumaba a modo de culpa. Paseó por todos los programas de televisión hablando de mí, del daño que le causé y detallaba con lujo de detalles hasta los tatuajes que lleva en su cuerpo. Aclaro que solo posee dos tatuajes, y están en la ingle, del ambos lados, derecho e izquierdo. El que no existe ni existió nunca y del cual se vanaglorió en varios programas de tv, es el de la planta del pié, ese jamás existió y no existe. Es un invento de su mentecita perturbada y aniñada.Esos son los tatuajes ocultos, porque tambien existe uno en la cara interna de la muñeca, pero ese se vè a simple vista. Pero hay un tatuaje que nadie conoce, uno que posee en la cara interna de la vagina, o sea dentro de los labios de su vagina, un tatuaje que dice: HOG. Ese tatuaje es tan secreto, que nadie lo conoce, solo yo. De poder mostrarlo obviamente que sería la prueba de fuego, pero lamentablemente solo existe la prueba que puedan contar mis palabras y el testimonio de mis ojos que pasaron mas de una vez por ahi para verlo. Cuando se lo hizo, me contò que tuvo dos orgasmos, por el dolor que le causaba. Aclaro que ella goza con el dolor, y que cuando se realizaba las cortadas en los brazos, según sus propias palabras, tambièn tenía orgasmos sexuales. En su mente enferma siempre aparecía la fantasía del dolor en los actos sexuales. Había momentos en los cuales yo perdía un poco la excitación sexual por causa de estos pedidos que ella me realizaba durante el acto sexual. Varias veces me pedía que le corte los brazos mientras le hacía el amor, y me confesó varias veces que nada le daría mas placer que llevar cortadas infligidas por mi. Y yo que solo necesitaba que se quite el sostén para hacer el amor (cosa que nunca me concedió, porque estaba muy acomplejada con sus pechos), no podía creer que me realizara tales pedidos, tan violentos. Perversa y sàdica, disfrutaba con mi dolor, pero tambien disfrutaba con su propio dolor, perversa, sádica y masoquista en una misma persona. Psicológicamente sádica y fisicamente masoquista. Fisicamente nunca obtuvo ninguno de sus reclamos, y varias veces se enfurecía conmigo por no querer complacerla. Yo solo quería amarla normalmente, hacerle bien, mimarla y disfrutar de su hermoso cuerpo, de su piel suave, pero ella no, ella necesitaba mucho mas que eso, necesitaba sufrir.Nunca la complací en esos caprichos, dado que a mi, el dolor fìsico en actos sexuales, nunca me gustó.Tengo entendido, por sus propios relatos, que sus fantasías en ese aspecto fueron saciadas por otros amantes, algunos de ellos novios oficializados (por llamarlos de alguna manera). Golpes, maltratos varios, no cortadas porque en ese momento ya necesitaba su cuerpo para mostrarlo en televisión y dar su gran actuación maestral del falso e hipócrita discurso de "estoy curada" mientras se vestía en lujosos atuendos minúsculos y sexys, cual modelo top, al mejor estilo de cualquier inspiración pro anorexia.Recuerdo el asco que me produjo verla sentada junto a una mujer de ALUBA (institución seria si las hay), en un programa de televisiòn y enfrente de una vedette de moda. Fue patético. La verdadera imagen de la mentira. Ella estaba en el lugar que siempre había querido gracias a su enfermedad. Junto a Dios y al diablo. Junto a una mujer que luchaba contra lo que ella amaba, y junto a uno de los ìconos de belleza de este paìs, ahi estaba, en medio, como el sìmbolo de la mentira, como el ejemplo de lo que NO hay que hacer.Sentì tristeza, engaño, decepción y verguenza ajena. La gran mentira expuesta en TV regodeándose en sus miserias, burlándose y negociando con una enfermedad tan terrible, y hablando de mí como el causante de todos sus males... me avergoncé infinitamente.

Me dicen AlejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora