Chichiloca

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Luego del incidente con el mèdico, decidió "tomarse un tiempo". O sea me dejaba. Despues de enviarme mails diciéndome que la relación no funcionaría si yo no era capaz de amarla (?), que solo me amaba a mi mismo, y que era un egoísta indiferente, me dejó. Siempre me dejaba así, haciéndome sentir el peor hijo de puta. Realmente esa vez, sentí alivio. Pensé que quizá su obsesión por mí estaba desapareciendo a medida que crecía, así que decidí tomarlo con calma, despues de todo era lo que yo esperaba. Me dediquè a mi, me tomè vacaciones y por supuesto seguí asistiendo a las reuniones del chat. Chichiloca era un conocido lugar de encuentros en la zona de Belgrano, y en ese lugar se realizó una gran fiesta para la gente del chat. Yo fui con mis amigos, y realmente no pensaba encontrarla. Lleguè al lugar, muy lindo por cierto. La mùsica invitaba a disfrutar y encontrar nuevas relaciones, las risas, las miradas amistosas, los tragos "alegrantes" hacían de aquel lugar casi un paraìso. Al poco tiempo de llegar perdí de vista a mis amigos, que fueron tras sus ciber amores. Quedé solo, en ese lugar tan agradable, y con expectativas de pasarla realmente bien. Pero al poco tiempo, y ya entrada la madrugada, y envuelto entre el humo y la música de aquel lugar, la vi llegar.Hermosa, radiante y seductoramente al natural. Casi sin maquillaje, vestida de blanco, simple y tremendamente sensual, casi desnuda (pollera amplia y muy corta, remera solo sostenida por dos diminutos breteles, sandalias tipo hilitos que dejaban ver todo lo seductor de sus pies). El cabello suelto y la coronita que brillaba a contraste de su pelo negro. La blusa, aparentaba caèrsele en cualquier momento, dado que sus diminutos breteles se caìan todo el tiempo, dando a ver la ausencia de corpiño (sostèn) y el brillo de sus hombros enmarcados en un cuello perfecto. Igualmente las piernas, brillosas y firmes, enfundadas en una diminuta pollera (falda) amplia, que al menor movimiento insinuaba su diminuta ropa interior. Enloquecedora. Cuando la vì quedé boquiabierto. Idiota. Pero como no podía ser de otra manera, no llegaba sola. La acompañaba un chico de su edad, con toda la facha. El pibe estaba producido para la ocasiòn, y yo al lado suyo, era la reencarnaciòn de sai baba. Horrible.Desde ese momento, la noche quedó arruinada. Al llegar me ignoró completamente, se ubicó bastante cerca y se dedicó a mimarse con su "amiguito", aún sabiendo que todos los del chat sabían de nuestra relación. Una vez mas me hizo quedar como un pelotudo, y realmente me sentí como tal. El show de besos y toqueteadas duró hasta que terminó la fiesta. Ya para entonces estábamos todos medio borrachos, y una de las chicas del chat empezò a tirarme onda. Esa chica, siempre me había gustado, era alegre, inteligente, de un humor excelente, super buena onda. Así que encaré para ese lado, y me fuí con ella a los reservados. Nos comimos a besos, y obviamente íbamos a pasar el resto de la noche juntos. Cuando nos disponíamos a salir para tomar mi auto, ví que ella ya no estaba en la fiesta, y que su amiguito estaba solo. Pensé que estaría en el baño, o con sus amigas, o por ahí, y sin prestarle demasiada atención dado que estaba con mi nueva conquista (casi milagrosa, dado que mi autoestima estaba destruida), nos encaminamos para el estacionamiento. Pero lamentablemente tuvimos que dejar el auto ahí, porque tenia las cuatro gomas pinchadas... Ahí pude darme cuenta dónde estaba la niña terrible, y qué había estado haciendo mientras su amiguito esperaba en la fiesta.

Me dicen AlejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora