Estoy comiendo

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Sus dias de anorexia eran limitados. Si bien pasó diez sin comer, nunca fue una anoréxica empedernida, sinó mas bien utilizaba la enfermedad para manipular a sus seres queridos y preocuparlos.A mi me volvía loco su manía por no comer.Despues de una semana sin comer, visitaba a sus padres los fines de semana, y los lunes con seguridad se instalaba en mi casa para quedarse conmigo.Entre la facultad y la anorexia, pasaba sus horas pensando y rezando a su diosa ana. A veces mientras yo cenaba o comia algo, ella con la excusa de ir a comprar algo, se alejaba para caminar sola o para dejar pasar el tiempo que yo utilizaba para comer, evitando asi las tentaciones.Muchas veces la noté inquieta ante el olor a comida de un bife a la plancha, o de alguna comida que yo preparaba con la esperanza de que la pruebe. Pero jamás probaba, a veces se servía cuatro ñoquis en el plato y los cortaba en pedazos pequeños, y dando vueltas sin comerlos simulaba meterlos en la boca y masticarlos, subestimando mi observación, y creyendo que no me daba cuenta de sus trucos.Como antes les conté, ella se había copiado (sin mi autorización previa) la llave de mi casa, por lo tanto, algunos dias al volver del trabajo la encontraba en mi casa.Una tarde al regresar lo que encontré fue fatal.Había comida por todas partes, parecía que el dinero que su padre le daba para todo el mes, lo había gastado ese mismo dia.Tortas de chocolate, facturas, bombones, leche chocolatada, helado, golosinas varias, tartas completas, había de todo, y ella diminuta sentada en medio comiendo con las dos manos.Desesperada, enloquecida, tomaba los pedazos de torta con las manos, y engullía todo de una manera tan voraz y descontrolada.Al verla no supe que hacer, pero ya estaba informado sobre los "atracones" luego de los dias de ayuno.No dije nada y seguí para mi cuarto, me quite el abrigo, dejé mis pertenencias ahí y volví a la mesa donde tuvimos el siguiente diálogo:a- se puede saber que haces?c- estoy comiendo, no ves?a- si, veo, pero creo que no es la manera correcta no te parece?c- que importa... no querias que coma? bueno, estoy comiendo.a- basta, dejá todo eso... que queres? morirte de indigestión ahora?c- no te vendría nada mal que me muera no?Noté su mirada de odio y entre las manos llenas de comida ví un cuchillo intacto, con el que supuestamente iba a cortar las tortas.a- amor, no estás bien, queres que llame a tu viejo?c- y desde cuándo te importa a vos como estoy? que pasa? te preocupa que coma? no queres una novia gorda?a- dejá de hablar pavadas queres? vos sabes que yo jamas te apoyé con eso de las dietas desmedidas, los ayunos, y todas esas locuras que te metiste en la cabeza no se con que fin.c- basta nene, ya parecés mi viejo vos.a- bueno, mirá, en mi casa no vas a hacer estas pelotudeces, si querés reventarte el hígado despues de diez dias sin comer, lo vas a hacer en tu casa con tu familia, Acá no.c- claro, acá solo sirvo para el sexo no? cuando estás mal pendeja, te vas.a- no digas eso, vos no queres que te ayude, no queres ver que estas matandote con todo eso que estas comiendo. Todo junto! estas loca.c- si llamás a mi viejo, salgo y me tiro abajo de un auto.a- Hacé lo que quieras, voy a llamarlo.Tomé el teléfono y llamé a su padre para que viniese a buscarla.Su padre luego de agradecer que lo haya llamado, pasaría a buscarla por mi casa en un rato.Ella seguía comiendo desaforadamente, diminuta y huesuda, tragaba todo lo que veía, con las manos llenas de chocolate, los ojos llorosos y un gesto de angustia en la mirada.a- basta c.c- no, tengo hambre. Dejame comer tranquila.a- pero eso no es comer! dejá todo eso y te preparo algo sano, algo calentito, rico, dale.c- dejame en paz! esto es lo que quiero comer!a- no, basta nena, dejá de comer estas porquerias, mirá todo lo que comiste! te va a hacer mal! terminala.c- basta vos! no era esto lo que querias? que coma?Comencé a quitar las fuentes y postres de la mesa como para frenarla, pero ella desquiciada gritaba y me insultaba. Amenazaba cortarse las venas con el cuchillo, varias de las tortas las tiré a la basura y los postres comencé a vaciarlos en la pileta de lavar los platos como para evitar que siga ingiriendo descontroladamente.Vacié una coca cola y puse agua en la mesa. Quité las tortas y comencé a tostar pan. Iba a prepararle un te de hierbas como para ayudarla a digerir todo lo que habia comido.Pero mientras estaba preparándolo, la vi correr para el baño.Podía oirla vomitar de la misma manera descontrolada en que comía. Pero esta vez el vómito fue sin inducirlo, a causa de todo lo que habia mezclado mientras comía.Corrí a verla y estaba retorcida, arrodillada junto al inodoro, vomitaba y se tomaba el estómago que parecía partírsele al medio.Me arrodillé junto a ella y comencé a mojarle la frente con agua fría.Había vomitado tanto que estaba semi inconciente.La cargué en brazos y la llevé hasta la cama. Tomé paños y agua fria y comencé a pasarle por la frente y por la cara, mientras ella comenzaba a llorar y lamentar el momento terrible que había provocado.La abracé fuerte como para protegerla, ella temblaba y sudaba como afiebrada. Se veía realmente mal.Llamé un médico conocido para que viniese a verla, e inmediatemente estuvo en mi domicilio. Le recetó un calmante en gotas y otros analgésicos tambien líquidos junto con antiespasmódicos para calmarle la descompensación estomacal.Me dejó la dirección de A.L.U.B.A. una entidad sin fines de lucro que ayuda a recuperarse de bulimia y anorexia, recomendándome que la llevase.Mientras el médico se iba llegaba su padre.me dijo: llamaste un médico? que pasó? que hizo esta vez? decime cuánto le pagaste al médico así te lo doy.Por supuesto que nunca aceptaría un peso de su familia y menos en circunstancias como estas.Su padre entró a mi cuarto y la encontró medio dormida, exhausta y en posición fetal. Todavía temblaba y se quejaba por los dolores de estómago.Yo mientras iba a la farmacia a comprarle los remedios, dejándola en las mejores manos, su padre.Cuando regresé su padre lloraba sentado en mi cocina.Una imágen que jamás olvidaré, el llanto de su padre.- No sé que hacer alejandro, no se... por qué hace esto? por qué? que hicimos mal? siempre quise darle lo mejor... todo.Las lágrimas de su padre me parecieron terriblemente conmovedoras.Puse a calentar agua y le preparé un té de tilo.Mientras preparaba las medicinas para darle a la pequeña, su padre tomaba el té y lagrimeaba sin encontrar respuestas a sus preguntas.No pude decirle nada.Solo atiné a sentarme junto a el y verlo.Pude ver a la pequeña en los gestos de su padre.El silencio infinito se habia apoderado de mi casa, y asi en silencio, le acerqué la direccion de ALUBA.- llévela acá.- no va a querer ir... no sabes como es?- usted es su padre, ella está enferma, usted decide que debe hacer, no ella.- tal vez a vos te escuche mas, por que no le decis vos?-bueno, yo le voy a decir...En medio del silencio se oyó la voz de la pequeña desde el cuarto, había visto a su padre, y sin embargo su voz me llamaba. Oí un "ale" suave y repetido, "ale vení" ... cuando en realidad debía llamar a su padre.Cuando fui me abrazó fuerte, se acurrucó a mi y al oído me susurró una frase que nunca se borró de mi memoria: " por favor... no dejes que me lleve con el...".

Me dicen AlejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora