Cuando empecé a dejar de amarla, ya dentro mío crecía el cancer de la desconfianza y la inseguridad.Me había carcomido la autoestima y se había burlado mil veces de mi labor y del coraje que embargaba intentando cuidarla o protegerla.No lo merecía.Y cuando empecé a abrir los ojos, ya estaba demasiado lastimado como para volver a enamorarme.Desconfianza y miedo se unian de inmediato a una nueva relación de amor, y no tardaba mucho tiempo en perder la nueva conquista. De a una las mujeres de mi vida fueron alejándose de mi, y yo veía en ellas similitudes y actitudes parecidas a las que C. había tenido conmigo. El miedo me impedía creer y crecer.Pero yo necesitaba amar, y juré por mi vida que iba a intentarlo.Buscaba en las mujeres lo opuesto a C. pero cada una de ellas fuè teniendo algo de la pequeña que tanto me había atormentado, y terminaba suplicando que su recuerdo no me atormente mas.Cuando la lucha interna que batallaba buscando enamorarme, parecía no tener fin, conocí a una hermosa y sensual mujer de la cual me enamoré perdidamente.No era perfecta, ni detallista, ni demasiado bella fisicamente. No estaba pendiente de su apariencia, y con la sonrisa fácil y las palabras justas e inteligentes, fue adueñándose de mis dias y logró bañar mi sonrisa de luces.Hacía muchos años que no sonreía, pero esa mujer había conseguido que mis oídos volvieran a escuchar mis propias carcajadas.Los dias fueron transformándose, la compañía de mi nuevo amor me alegraba y me colmaba. El pasado fue convirtièndose en eso, pasado. Y mi cabeza empezaba a encontrar un eje que pudiese sostener tèrminos ya olvidados para mi: amor, esperanza, familia, hijos, proyectos.Junto a los momentos de amor y de pasiòn, llegaron los dias de compañía, mùsica y felicidad.Mi alma en el mismo cuerpo, cambiaba de envase y de envoltorio, y al verme en los espejos, yo ya no era aquel que demacrado y cansado pedìa un poco de paz.Me ví y me sentí mejor.La vida me daba una nueva oportunidad para creer que los sueños existen.Llegar a mi casa y encontrarla, era mi deseo diario. Y al verla, abrazarla y besarla, mi calma y mi alegría.Todo fue perfecto, como aliviando tantos años de tormento y desesperaciòn.De vez en cuando recordaba a la pequeña, pero ni siquiera me acercaba. No había vuelto a llamarme y tampoco había aparecido por los lugares que yo frecuentaba. Estaba bajo tratamiento psicológico según me habían contado, intentando liberarme de su vida.Y un buen día recibí la noticia de mi propia boda.Mi novia querìa casarse conmigo, y yo que se lo había pedido sin obtener respuesta, me sentí el hombre mas afortunado cuando confirmó que me aceptaba.Definitivamente esa no parecía mi vida, ya que poco tiempo antes había estado inmerso en un desquicio.Los planes de la boda y la lista de invitados, empezaban a crecer y a madurar como el sueño dorado de los dias felices que jamás pensé que llegarían.Yo era el protagonista de esa historia que tendría un final feliz , e imaginaba una vejez de compañía y de caricias junto a esa mujer que había logrado despertar en mi al padre, al amante, al amigo y al luchador.Còmo no tuve el presentimiento de marcharme con ella cuando feliz se alejó de mi lado para entregar personalmente a sus familiares,las tarjetas de invitación a la boda.Hoy estando solo y recordando en este blog una vez mas, todavía no sé cómo yo sigo vivo y ella no.La ruta y un alcohólico me quitaban la única esperanza que despues de tantos años había conseguido ganarme.Un accidente de tránsito mataba mi alma junto con mi amada. Y casi sin aire tuve que levantarme despues de que la suerte me dejara nuevamente arrodillado de dolor.El buen sueño llegaba a su fin, y la ira, la desesperación y el vacío me convertían en este ermitaño que hasta el día de hoy no pude superar.Ya nada sería peor. Y nada podría afectarme mas.El consuelo de mi familia y de mis amigos, y la tenacidad de mi madre, me sacaron del agujero negro en que se había convertido mi casa.No fuí a su sepelio, porque no quería verla mas. Preferí imaginar que no había vuelto del viaje, o que me había dejado por alguien mejor.Peleado con la vida, con Dios y con el mundo, me sepulté en la oscuridad de mi casa, con la idea de dejarme morir.Hasta que una mañana escuché las pisadas pequeñas y los golpecitos en la puerta que en otro momento de mi vida se asemejaban al amor.Dejando la cama como con el ùltimo aliento, abrí la puerta y ahí estaba con la mirada mas triste que nunca, mi pequeña C.venía a consolarme desde su debilidad, encontrando fuerzas ahí donde ya casi no quedaban para ella misma. Y abrazàndome en silencio, me llevó a la cama, me recostò y me viò llorar.Habré llorado cuatro horas seguidas en su regazo. Y luego me dormí envuelto en sus caricias suaves y en sus brazos pequeños.Cuando desperté se había marchado.Nunca supe si fue un sueño o realmente había estado conmigo.Despues del tiempo de estar distanciados, ella volvía en mi peor momento solo para consolarme.Cumpliendo la promesa que alguna vez me había jurado, amarme para toda la vida.Desde aquel día nada que me hicieran pudo superar semejante dolor. Ni bueno ni malo. Nada.Anestesiado de la vida y el amor voy caminando solo y en compañia de mis recuerdos. Con el tiempo como el ùnico testigo de aquellas desventuras y una vez mas poniéndome de pié.

ESTÁS LEYENDO
Me dicen Alejo
Romance¿Y si no fuera todo como lo cuenta Cielo?¿Si no está contando la verdadera historia? -Una historia, dos versiones.