Sanar el cuerpo para destrozar el alma

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La mayoría de las veces que estábamos juntos, la pequeña se comportaba de una manera casi antisocial. Era contradictorio verla reclamando lugares en mi vida, exigiendo que la lleve a las reuniones con mi familia, y a la vez enojàndose cuando me llamaba por teléfono mi madre, mi hermano o algún otro miembro familiar. La cercanía de mis sobrinos la enfermaba, sentía celos y reaccionaba con enojos a puntos extremos tales como agresiones verbales hacia los niños, o indirectas en contra de mi familia.Por ese motivo, todos sabían que yo estaba con ella pero no la conocían. Nunca la había presentado como "novia oficial" por estos motivos. No podía estar con alguien que odiaba lo mas preciado para mí, mi familia.Los celos fueron un factor importante para desencadenar mi hastío. Me cansaba, me hacía sentir realmente mal, su inseguridad y sus malos deseos hacia quienes yo mas amaba.Los gestos de su cara, las miradas y las indirectas verbales me llenaban de verguenza y de soledad. Me sentía solo estando con ella a mi lado.Mi familia que siempre me rescataba de sus "travesuras" malignas hacia mi persona o hacia mis seres queridos, no la soportaba. No la querían, y no la aceptaban. Por la diferencia de edad, pero sobre todo porque era muy dañina. Soberbia y maliciosa buscaba los momentos oportunos para hacerse ver, para molestar o para llamar mi atención por sobre la de mi familia, como sucedió el dia del casamiento de mi hermano.Pero aún asi yo la seguia cuidando. Fui un idiota? tal vez.No podía rechazarla, tal vez para evitarle la enorme soledad en la cual estaba inmersa.Porque si bien se comportaba como una malcriada caprichosa, todo tenía un por qué.Ese tipo de razonamiento casi rayando la culpa, me mantenía a su lado, cuando en realidad tendría que haberla sacado a patadas de mi vida, de la manera mas violenta, sin importarme nada de nada.Pero no pude.Había momentos en los cuales yo sentía ser el único motivo por el cual ella vivía.Me angustiaba tanto ese pensamiento, esa enorme responsabilidad, la enorme obligación de mantenerla viva, que llegaba a enfermarme, vivía con las defensas bajas, en constante estado de resfrío y gripe.Yo en ese momento lo atribuía a los cambios climàticos, pero ahora veo con claridad que era ella quien me enfermaba, con las situaciones que creaba, las manipulaciones a las cuales me sometía y esa excesiva demanda de afecto y atención constante.Ella no me daba nada, solo me pedía. Y lo peor de todo, me hacía creer que SI me lo daba. Hacía que me sienta en el paraíso de los ángeles salvadores nadando plácidamente en el personaje del protector y sanador, cuando en realidad me hundía la cabeza en un balde de agua impidièndome respirar.Me llevó tiempo verlo, me llevó mucho tiempo comenzar a respirar nuevamente.En una de mis enfermedades, infectado con gripe, afiebrado y malhumorado, se instaló en mi casa para cuidarme. No temía contagiarse, no le importaba nada la casa llena de pañuelos con moco ni el encierro del aire viciado por la gripe, ni mi malhumor, ni mi debilidad fìsica, igualmente se instaló en mi casa.Esos días mi madre solía venir a cuidarme, igual que mi hermana y mi hermano. O sea mi familia presente, como siempre, pero cuando ella llegó, mis familiares empezaron a venir menos, casi nunca.La pequeña no iba a la facultad ni a ninguna parte porque tenía que cuidarme. Y por las noches se acostaba en mi cama, sin importarle mi gripe, y se acurrucaba en mis brazos, en mi cuerpo afiebrado por la enfermedad y dormía placidamente aunque yo no pudiese pegar un ojo.Me gustaba tenerla ahí conmigo, pero a veces me molestaba. Pero cómo decirle que prefería estar solo para dormir tranquilo? Cómo decirle que estaba acostumbrado a la soledad y el silencio? me molestaba el televisor prendido todo el dia, o la radio, o la mùsica, o simplemente la luz del sol.Ella cocinaba para mí, pero no comía nada.Yo tampoco comía a causa de la enfermedad, y porque tenía una enorme necesidad de dormir.El médico le dejaba a ella las recetas y luego ella misma me administraba los remedios luego de ir a la farmacia y comprarlos.Aunque debería agradecer esos cuidados, hubiese preferido mil veces a cualquier persona, o a nadie.No comía, y aunque se lo pedía, me mentía diciendome: "yo ya comí mientras vos dormias", o cosas por el estilo.Era evidente su delgadez, y cuando se acostaba a mi lado, sus huesos prominentes me preocupaban, y en lugar de sentirme mejor con su compañia, me sentía peor.Una noche estando dormida en mis brazos, sentì mucho calor, me senté en la cama, me quitè la parte de arriba de la ropa y me quedé sentado vièndola dormir a mi lado.Era hermosa, tierna y pequeña.Tal vez no la merecía, tal vez no valía la pena que hiciese eso por mí. Una vez mas la culpa se apoderaba de mis pensamientos, y la angustia me dejaba arrojado sobre ella, protegièndola en un abrazo casi sin tocarla, para no despertarla, para no advertirla de mi culpa.En uno de esos abrazos, acariciè su pelo sedoso y negro, pero grande fue mi sorpresa cuando ante mis ojos se desprendió un mechón de pelo. No entendí bien que sucedía, pero fue impresionante quedarme con su pelo entre mis dedos, como una prueba mas de lo que la anorexia estaba haciendo en su cuerpo. Eso me fulminò, me dejó sin fuerzas, sin palabras, y vièndola dormir, una vez mas, mis làgrimas empezaron a caer en silencio.Cuando estaba recuperàndome de la gripe, despues de cuatro o cinco dias de cama, ella comenzò a retomar sus estudios y pude quedarme solo en mi casa.Uno de esos dias mi madre me visitò preguntàndome por què no atendía el teléfono, por què dormía tanto, cuando en realidad era la peque que no me avisaba que llamaba mi madre, y no me pasaba los llamados que pude haber devuelto para no preocuparla.Cuando volvió de la facultad, obviamente le reclamè por què no me había avisado de los llamados de mi madre, a lo que ella me respondió:-ah! vino tu mamita por lo que veo.- por que me ocultaste que mi mamá llamaba?- nunca llamó Ale, solo una vez y estabas durmiendo, no quise molestarte.- nena, vos estàs loca, mirà si te voy a creer... vos no sabes que clase de mujer es mi vieja, jamás dejaría de llamar, no quieras ponerla en mi contra porque perdés.- siempre pierdo Ale si es por eso, con tu familia siempre pierdo.- No digas eso, son cosas distintas, no podes comparar.- No, claro, todo es mas importante que yo! me queres decir para que mierda te cuidè todos estos dias?- Basta C. callate porque despues te arrepentís de lo que decís.- Arrepentirme si, pero de estar acà con vos, no te merecés nada. No te ves vos? no ves lo que sos? sos un pobre tipo! yo podría estar con alguien mucho mejor que vos! y sin embargo acà estoy.. cuidándote como una pelotuda, pendiente de vos, por que no agradecés lo que hago? en vez de tirarme mierda.- Terminala queres? vos te quedaste acá porque quisiste! o acaso yo te lo pedí?- sos un hijo de puta.Tomó sus libros y sus cosas y se fue.Quedé solo en mi casa, en silencio, tendido en la cama y preguntándome una vez mas por qué?pero no encontrè las respuestas, solo una angustia infinita, y la culpa que una vez mas me taladraba el cerebro.

Me dicen AlejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora