Parte 37

34 5 1
                                    

Luego de negarme a quedarme a comer en la casa de Tobías, le pido que me lleve a la casa de Samuel. Necesito hablar con el, disculparme.

♥♥♥♥

-¡Oh Maia! Pasa querida- Me dice la madre de Samuel al abrirme la puerta.
-No, no se preocupe- le digo, maravillada por la amabilidad de esa mujer- Yo sólo... Quería hablar unos segundos con Samuel- No dice nada más, se retira de la puerta luego de asentir con la cabeza. Segundos después aparece Samuel del otro lado de la puerta.
-Hola- le digo.
-Que quieres, ¿No deberías estar con tu noviesito?- es la segunda vez que lo escucho enojado, odio que esté así.
-Mira... Quería dis...- Me interrumpe antes de que pudiera terminar la frase.
-No. Y punto-
-¿Que?
-No te perdonaré, a no ser que lo sienta. Me dolió lo que me hiciste en el hospital.
-Mira. Vamos a hablar como personas grandes. No me iré de aquí hasta que tenga tu respuesta definitiva.
-¿Y que quieres que haga?
-Invítame a pasar, no lo se, a tu habitación.
Me deja paso para poder entrar -Aquí vamos- dice con un tono sarcástico.

Me siento en su cama, es se sienta en una silla en frente de mi.
-Okey. Vamos a hablar bien. Yo comenzaré ¿Vale?- No, no, no, ¿Por que el gallego?
Luego de que diga eso el se ríe entre dientes. Maldición, se dió cuenta.
-Pues comienza a hablar.
-Vale... Ejem... Yo... No...- ¿¡Que!? Se me olvido todo el discurso que tenía preparado -Se me fue de las manos. No quería hacerte sentir mal. Yo sólo quería... Que aprendieras la lección.
-Pues tu plan no resultó.
-Lo se, y por eso vine hasta aquí. Quiero disculparme. Las personas se equivocan. Se que me saqué un poquito.
-Si, si... Sólo un poquito.
-¡Ey! No estas ayudando- Se que él, por mucho que quisiera, no puede estar más de un día enojado con alguien.
-Lo siento- dice, de nuevo, riéndose entre dientes.
-Estaba diciendo... No me pude controlar. Ni en mis sueños te gritaría así por nada. No me lo permitiría. Pero no se que pasó. Sabés que este año ah sido muy duro. Y lo único que quiero es que termine ya. Creo que en los últimos meses me ah pasado lo que no me pasó en años. Estaba tan encerrada en mi misma. Que todo mi rencor y mi tristeza salió sobre ti. La última persona a quien se lo haría. Fuiste muy bueno para mi. Necesito sólo una pizca más de tu amabilidad, y te prometo que recibirás toda la mía. Quiero ser tu amiga. Por favor, perdóname.
-No se como hacés para convencer a la gente en todo. Me odio a mi por ser tan bueno.
-¿Entonces?
-Vale- antes de que me lanzará a abrazarlo me detengo un centímetro de distancia de él.
-¿Eso es gallego?- le digo riendome. No espero su respuesta, lo abrazo.
-Sabes... Me gustaría acompañarte a París.
-¿Lo dices para sacarte las fotos con la torre eiffel, o para acompañarme?
-Mmm... Pues... Las dos cosas.
-Esta bien amiga.
-Esta bien amigo.

Una estrella sobre Paris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora