Pequeños crujidos se escuchaban cuando mis botas hacían contacto con el suelo, caminaba lentamente ,la brisa que había era fría, me baje un poco más el gorro que llevaba para que tapara mis orejas. Tenía una mochila en la espalda con algunos suministros, mi carjac también estaba en la espalda, mientras que mi mano se aferraba al arco.
No sé cuánto tiempo ha pasado desde que estoy sola, tal vez un año o menos. Estaba agotada. Todos los días caminar sin rumbo, intentar no correr riegos o en resumen, intentar sobrevivir.
Cuando el virus comenzó yo tendría unos diez o nueve años. Estaba sola. Completamente sola. Hasta que unos días después aparecieron ellos. Se podría decir que gracias a ellos sigo viva. Me enseñaron a ocupar diferentes armas, pero prefiero irme por los cuchillos y el arco. Se manejar armas de fuego, pero no son mis favoritas. En fin, ya tengo ¿trece años? y aún me encuentro buscando a mi hermano Glenn Rhee. Si señores, soy una Rhee. Aunque no de sangre. Los Rhee me adoptaron, pero esa, es otra historia.
Sentí unos ruidos atrás mío, por lo que saque una flecha y la puse en el arco. Estaba lista para disparar por si algo salía. Pero ese no fue el caso. Espere unos minutos y todo estaba en silencio. Saque la fecha y la guarde. Estaba lista para seguir mi rumbo pero alguien saco el seguro de un arma.
-No intentes nada. No dudaré en matarte. — Su voz era firme. No tenía miedo era claro. Me di la vuelta y quede frente a frente con el. Era un hombre de ¿treinta y tantos años? de bellos ojos azules.— ¿Cómo te llamas?
Lo miré sin decir nada. ¿Que tal si era malo? Aunque si lo pensamos, todos somos malos.
-Mira esto es simple, tu contestas no disparo. ¿Entiendes?— Me examino con la mirada y volvió a hablar.— ¿Cual es tu nombre?
-Allison.
-Te hare unas preguntas ¿Ok? — Asentí con la cabeza.
-¿Cuantos caminantes has matado?
Reí irónicamente.—Nunca los he contado. ¿Se supone que tenía que llevar la cuenta?
El sonrió de lado y volvió a hablar.—¿Cuántas personas has matado?
Me quede de piedra. No era una pregunta que quisiera contestar. Miles de recuerdos me atacaban. Cerré los puños con fuerza.
-¿Es algo que tenga que contestar?— Baje la cabeza intentando que ninguna lagrima se me escapara. No podría ser mas debíl.
-Sí.
-Las necesarias.
-¿Por que?
-Algunas.. algunas me lo pidieron.. otras me querían hacer daño o se metieron con los míos.—Mire hacía la otra parte del bosque en el que nos encontrábamos. Pude ver que asintió levemente.
-Soy Rick. Rick Grimes.
-Bueno.. ya sabes cuál es mi nombre.
-¿Estás sola?
-Si los walker no cuentan... Si, si estoy sola.
-Tengo un grupo..¿Quieres unirte? —Me miro a los ojos. Ya había dejado de apuntarme. ¿Era bueno ir? Si lo pensamos, Rick ya me hubiera matado y necesitaba tener algún tipo de contacto con gente.
-Si.
-Muy bien. Vamos. —Empezamos a caminar en silencio. El iba a mi par, por lo que a veces lo miraba de reojo. Tenía la apariencia de alguien bueno... Esperemos que sea así.
(...)
Ya han paso unos quince minutos. Se podía distinguir una cárcel. Por lo que supongo que vivían ahí.
Al llegar, Una chica de ojos verdes y cabello castaño oscuro hasta los hombros nos abrió.
Le sonrío a Rick y luego pozo su vista en mi.
-Hola, soy Maggie. —La chica ahora llamada Maggie sonrió.
-Hola, Soy Allison. —Le dedique una pequeña sonrisa de lado. Ella me dirigió una última mirada y dirigió su vista hacía Rick.
-¿Ella se va a quedar?
-Si. La encontré sola en el bosque y la traje. Pensaba en buscar a Beth para que le diera un pequeño tour por la cárcel y luego se quedara en su celda. ¿No hay problema?
-Claro que no, Beth va a estar más que contenta al conocer a una chica que se acerca a su edad. — Maggie me sonrió y volvió con Rick. — Si quieres, yo la puedo llevar hacía Beth.
-¿Enserio? Muchas gracias Maggie. —Este le dirigió una sonrisa a Maggie y luego coloco su vista en mí. —Nos vemos luego. — Nos sonrió por última vez y comenzó a caminar hacia el lado contrario.
-Vamos.
Empecé a caminar junto a Maggie. Por fin me podía sentir algo segura.
-¿Y tu que edad tienes?
-Trece.. creó. —Maggie sonrio.
-Bien... creó que te llevaras bien con la mayoría. Además, hay un chico quien creo que tiene tú edad. Posiblemente se llevaran bien. Además esta Daryl, el ocupa la ballesta. No lo sé, si te gusta, puedes salir a casar con el, pero ten cuidado, es un poco gruñón.
Por todo el recorrido Maggie me contaba de algunas personas. Como también nos topamos con algunas. Cosa que me hizo sentir incomoda ya que me miraban extraño.
Por fin llegamos a una celda.
-Bien, esta es la celda de Beth y ahora tuya también, Puedes pasar y sentirte cómoda, yo ire por ella. Te dara un tour, un poco de ropa y te mostrara las duchas. A si que acomódate.— Maggie me regalo otra de sus sonrisas.
-¡Maggie!—Maggie se dio vuelta antes de salir. —Gracias.
-No hay de que linda. —Nos sonreímos por última vez y fue por esa tal Beth.
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Espero que les guste <3
Sin nada más que decir se despide:
~La amante de chocolates e.e
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The Glenn's Sister
FanfictionUna epidemia invadía el mundo, acabando con más de la mitad de la población. Una epidemia que acabó con familias, vidas, sentimientos. La felicidad ya no era permitida para el mundo de ahora. Las risas y sonrisas eran prohibidas. Solo necesita...