~Cap. 32

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~Cap.

Por fin se acabo el tunel. Lo habiamos rodeado y por fin este se acabo y podiamos seguir por las vías.

-Sigamos nuestro camino y .. —Bob fue cortado por el motor de un auto. Nos dimos vuelta con rápidez e instantaneamente los apunte con mi arco. Los demás siguieron mis acciones, pero con sus armas, que a decir verdad, no eran muchas. Un hombre ya mayor pelirrojo y una mujer de coletas bajaron del auto con sus armas. Quedamos de frente apuntandonos. Ellos fueron bajando sus armas de apoco y nosotros seguimos con las nuestras en alto.

-Tranquilos viejos, no les haremos nada. —el hombre colorino comenzó a hablar. — Soy Abraham, ella es Rosita.

-Ella es Sasha, Allison, Maggie y yo Bob. —Rosita y Abraham intercambiaron miradas.

-¿U-ustedes conocen a Glenn? ¿Glenn Rhee? —habló la chica.

Levante mi arco y la apunte. Al igual que Maggie hizo con el hombre. -¡¿Qué saben de él?!

-Tranquila niña. Lo conocemos. Él venía con nosotros, pero nos separamos a la entrada del tunel. Él fue por dentro, nosotros por fuera. Encontramos que era un poco más arriesgado ir por dentro y..

-¡¿Lo dejaron solo idiotas?! —grité. Por la misma razón nosotros pasamos por afuera, encontramos que era más arriesgado.

-Era muy terco. Estaba muy desesperado buscandolas. —murmuró.

-Mierda. —murmuré.

Unos disparos vinieron desde dentro del tunel. Sin pensarlo dos veces, corrí hacía dentro de este .Sentí las pisadas de los demás detrás de mi y el motor del auto. Me comencé a desesperar. La vida de mi hermano podía estar en peligro por esos imbéciles. Y también por ser él un imbécil.

-¡Vamos! ¡Más rápido! —Maggie gritó. Ella estaba igual o más desesperada que yo.

Aceleramos el paso, los disparos se seguían escuchando y los gruñidos igual, cada vez más fuertes.

Tal vez, siete o diez minutos corrimos lo más fuerte que podimos, al llegar, vi dos sombras, una disparaba y la otra se quejaba. Los caminantes los comenzaron a rodear y llegaban cada vez más. Comencé a lanzar flechas, los demás disparaban con sus armas. No pasaron más de cinco minutos. Habiamos hecho una gran matanza de caminantes.

Mire al chico que nos veía impresionado y una amplia sonrisa se formor en mis labios.

-¡Glenn! —grite. Él me miro y sonrió de oreja a oreja. Corrí hacia él y me lance a sus brazos. Lo abracé por la cintura con fuerza y escondí mi cabeza en su pecho.

-Allison, dios mio. —Río. Me abrazó y dejo un beso en mi frente. Maggie llegó a los segundos y se unió al abrazo. Nos abrazamos con fuerza mientras que sonreía.

Nos volveríamos a encontrar, todos. Él mundo no es tan grande.

(...)

Recogí la última flecha. Pase el paño que estaba bastante sucio con la sangre que había sacado de las otras flechas. Lo boté a un lado y volví al campamento. La mayoria estaban acostados en su lugar, dormian o otros intentaban hacerlo, o simplemente, otros se desvelaban en sus pensamientos. Me senté en el suelo, cerca de algunos que hablaban en susurros.

-Tara, ¿me pasas mi camisa por favor? —susurré. Ella tomo mi camisa a cuadros, la cual estaba un poco sucia y me la entrego con una sonrisa. Sonreí levemente y me la puse. Suspire.

Una de las personas que no podía sacar de mi mente era el pequeño Grimes. Todo era un total lió. Él me gustaba. Algo que en realidad, no era tan agradable de decirlo en estos momentos. No tenía ni idea de su paradero, no sabía si él seguía con vida o si estaba con alguna herida. No sabía nada de él.

The Glenn's SisterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora