~Cap. 45

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Dos semanas.

Dos semanas han transcurrido desde que los caminantes entraron a Alexandria, Glenn volvió y Carl perdió uno de sus ojos.

Pero estamos bien.

Habíamos logrado levantarnos, y vivir un poco más tranquilos. Todo estaba mejor.

-¡Niña! -. Levanté la cabeza de mi libro, y Daryl señaló los cereales que tenía a mi lado, y abrió la boca. Reí sentándome como indio y comencé a lanzar los cereales en dirección a su boca. Abraham y Glenn se unieron a nuestro juego, y los tres comenzaron a hacer una competencia.

-Abraham, quedaste afuera -. Daryl se burló del pelirrojo, él cual había atrapado tres cereales de todos.

-Hijo de puta -. Gruñó mientras se levantaba y se sentó en el sillón. Solté una carcajada y tome otro cereal, dispuesto a lanzarlo. La puerta se abrió, pero lancé el cereal. En un intento de agarrarlo, Daryl y Glenn se golpearon la cabeza. Me comencé a reír con fuerza, agarrando mi estomago, ya que dolía.

-Veo que se divierten -. Levanté mi cabeza sin dejar de reír y levante mi pulgar a Rick. Soltó una risa al ver al par sobando sus cabezas. -Daryl, ¿nos vamos?

Él asintió mientras se levanta y murmura un "gané" antes de señalarme con su dedo indice. -¿El encargo de esta semana?

-Chocolates o algo dulce,y si se puede un libro. No soy exigente.

-Veré que hacer mocosa.

-¡Suerte! -. Me despedí con la mano antes que él par desapareciera por la puerta.

-¿Qué tienes que hacer? -miré a Glenn y él se quedo pensando unos segundos.

-Nada. ¿Vamos a camimar?

Asentí y tome un puñado de cereales antes de caminar a la puerta y salir. Glenn se adelantó, y lo paré. Salte mientras me agarraba de su espalda, y él atrapó mis piernas. Comenzó a caminar conmigo en su espalda, mientras le daba algunos cereales.

-Mocosa, hueles mal.

Le tiré un mechón de su cabello y gruñó.

-Soy gorda, huelo mal, ¿algo que quieras añadir a la lista, Rhee?

-Guapísima como él hermano.

-Si,podemos compartir belleza, pero mis ojos son más lindos.

-No es verdad, ¿Por qué lo dices?

-Porque yo si los puedo abrir por completo -. Me burlé y esté me pellizco la pierna.

-¿Paz?

-Paz.

Reí saludando a los ancianos de la pasta. Siempre que pasaba con Carl y Judith nos invitaban a comer pasta.

-¿Qué hacemos?

-No lo sé, tu nos guías.

Pasamos la mayor parte de la mañana así. Él me cargaba mientras hablábamos de todo. De como extrañamos la pizza, nos quejamos, reímos, y terminamos en una pelea.

Entre a la casa de al lado, y subí las escaleras luego de abrazar a Carol y a Tara.

-¿Carl? -. Toqué la puerta antes de abrirla, y asomé la cabeza. No había nadie. Salió del baño mientras cepilla sus dientes e hizo un intento fallido de sonrisa. Me lance en su cama y tome la pelota roja con la cual pasaba jugando. La pelota rebota en la pared y vuelve a mi mano. Aunque, resultaba divertido.

-¿Juegas con mi pelota y no me saludas? ¿Qué clase de novia eres?

-Que te digo, ni yo se -. Reí mientras me encamine a él y lo abrace por la espalda, apoyando mi cabeza en su espalda. -¿Te cambiaste la venda?

The Glenn's SisterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora