~Cap. 46

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《Nota de suma importancia al final.》

Mi mirada estaba centrada en la humeante taza que se encontraba entre mis manos frías, que de apoco, iban tomando el calor de la taza. Di un pequeño sorbo, y cerré los ojos al sentir el caliente liquido descender por mi garganta. Apesar que la mañana había comenzado con un día soleado, las corrientes de viento eran frias. Y tenía más frio, debido a que tome el primer turno, desde que la mayor parte del grupo se fue. Si no fuera porque él Padre Gabriel se acercó, a tomar mi turno, seguiría en la torre.

No hubo marcha atrás. Rick encabezó el grupo, para ir a matar a Los Salvadores. Claramente, la mayoría de nuestro grupo fue, y algunos voluntarios que saben combatir. Desde su partida, cabe decir que he tenido los pelos parados. Sin embargo, no se debia a menos. La gran parte de las personas que consideraba mi familia, fueron a enfrentarse con ellos, y la verdad, no hay mucho conocimiento de estos.

Somos los sobrevivientes.

Eso fue lo último que Rick nos dijo antes de partir. Abrazó por última vez a Carl, y se alejó, con los demás.

Puedo asegurar lo que Rick dijo. Luego de tantas cosas, seguimos siendo los sobrevivientes, pero auque intentara convencerme completamente, no podía.

Tengo la sensación que esto es mucho, mucho más.

No tengo idea de como es él grandísimo Negan que es tan temible. Solo, tenemos relatos de sus grandes añasas, las cuales lo dejan en su puesto: El temible Negan, que por ahora, para nosotros, se encontraba en las tinieblas, sin dejar que lo viéramos.

Pero de alguna forma, esto era necesario. Necesitábamos alimento, y tarde o temprano, ellos se presentarían en nuestra puerta.

"No tomo riesgos" creo que esa es la frase que ha representado a nuestro líder, últimamente. Y viene al caso. Rick no va a dejar que eso ocurriera, no señor. Rick no se anda de juegos.

Y esa es una de sus grandes cualidades por las que me gusta ser guiada por él.

Él va a ser todo por su grupo, por su familia. Él no se queda con los brazos cruzados.

Y ninguno de nosotros.

La puerta se abrió, y a los pocos segundos sentí el sonido que hace al cerrarse. Alce la vista, y pude reconocer un sombrero de sheriff. Una pequeña sonrisa se extiende por mi rostro, y dejo la taza en la mesa. Se acomoda a mi lado, más bien, se acuesta en el sillón colocando su cabeza en mis piernas. Pero, dejando cuidadosamente su sagrado sombrero en la mesa.

Su ojo me mira fijamente, y comienzo a acariciar algunos mechones de su larga cabellera. La cual, pese a todo, la mantenía bien cuidada. Puedo decir que posiblemente, mejor cuidada que la mía.

-¿Qué te ocurre? -. Carl quitó su mirada perdida del techo, y sonrió falsamente. -No intentes decir que nada.

Bufó. -Bueno, ya sabes. Todo esto me tiene preocupado. Solo quiero pensar que todos estarán bien, pero... pero todo nos ha salido bien últimamente, no sé si tengamos suerte esta vez.

Me quede callada. Era verdad. Pese a las pequeñas dificultades, todo nos ha salido bien. Y de alguna manera, la situación me recuerda a la prisión. Un malestar se presenta en mi estomago, y me dedico a seguir acariciando su cabello. -Estarán bien. Tú papá siempre ha logrado sacar al grupo a flote, pese a todo. No creas que esta va a ser la excepción. Estarán bien.

Asintió, tomando una de mis manos. Me acerqué, dejando un pequeño beso en sus tibios labios. Al separnos, fruncio su ceño, y se acomodó a mi lado. Tomó mi cintura, y dio un tirón de ella, dejandome mal sentada en sus piernas. Sentí el calor subir por mis mejillas.

The Glenn's SisterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora