Acéptalo.

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—¡Espalda recta Mónica! —grita lady Violeta por cuarta vez. Ruedo los ojos para mostrar mi descontento y lo único que logro es que Violeta me golpee con su abanico.

—Además de tu mala postura, tu mala actitud también hay que corregirla. —Parece harta de mí.

Sus pies comienzan a moverse a mi alrededor, pero su mirada no llega a enfocarme.

—Estoy cansada, la lección ha durado dos horas más de lo habitual. —Relajo los hombros y me encorvo momentáneamente.

—Mónica, los protocolos sociales son muy importantes, ahora mas que nunca tu padre tiene urgencia de casarte, ya ha encontrado un buen prospecto. —El aliento se escapa de mis pulmones cuando Violeta suelta la última frase.

—¿Encontró ya al hombre que buscaba entonces? —La cabeza de mi institutriz asiente y la sensación de que la habitación está moviéndose me marea.

—Don Joaquín me lo informó ayer, justo después de volver de su último viaje. Es posible que los Arteaga los inviten al baile de primavera.

Puedo sentir la angustia haciendo mella en mi persona. 

Casarme.

La idea resultaba maravillosa hace algunos años, pero ahora me resulta aterradora. Unirme de por vida a un hombre que voy a odiar siempre.

Bajo los libros que Violeta me ha obligado a equilibrar de mi cabeza, y los deposito con gesto cansado sobre el piano que tengo al frente.

—¿Han recibido la invitación ya? —Rozo las teclas de marfil con las yemas de mis dedos al formular la pregunta y opto por sentarme en el banquillo.

El sonido del papel desdoblándose, me taladra los oídos. Violeta me tiende una hoja llena de una caligrafía perfecta.

Mis ojos la analizan antes de tomarla y las palabras iniciales llaman mi atención.

"A la distinguida familia de la Cruz" suelto un suspiro largo y tomo el delicado papel entre mis dedos.

"Me complace sobremanera el saludarle mi querido Joaquín y me alegra aun mas el hacerle saber el motivo de esta carta.

Como es de su conocimiento, cada año la familia organiza con esmero una mascarada con motivo del inicio del invierno.

Durante este año que hemos convivido, mi adorada familia y yo les hemos llegado a tener gran estima y es por eso que nos honraría contar con su presencia y la de su familia en el baile mencionado anteriormente.
Ojalá podamos contar con su asistencia.

Sin mas por el momento y adjuntando la invitación me despido.

Atentamente.
Conde Julián Alonso de Arteaga y Peña."

Una sonrisa de burla eleva mis labios al terminar de leer la carta.

La manera de escribir, ensayada e hipócrita de los del Concilio me causa risa, siempre pensando en términos rebuscados y exagerados para probar su superioridad sobre nosotros.

Suelto una risa a manera de burla y el tono de enojo de Violeta me hace aumentar el volumen de mi inocente risa.

—¡Mónica!, ¡¿Dónde están tus modales?! —Me reprende.

—No-no puedes culparme, tú también la has leído. Parece un chiste. —La risa impide que mis palabras salgan completas, pero comienzo a calmarme cuando encuentro la mirada severa de Violeta clavada en mi rostro.

—Tú mejor que nadie sabes lo difícil que fue llegar hasta aquí Mónica, todo lo que hemos hecho para llegar hasta éste punto; este momento es de victoria. —Violeta casi grita las palabras, su emoción me hace recobrar la compostura y guardar silencio.

—Lo sé, pero tengo que encontrar el lado divertido de esto. Mis padres no son los únicos que han hecho sacrificios, yo también voy a tener que sacrificarme. —La expresión severa de la mujer no cambia, se lo que piensa pero el saberlo no lo hace mas sencillo.

«Te hemos educado para que te sacrifiques» puedo escuchar esa frase en mi cabeza con la voz de mi padre, de mi madre, de Violeta, de mis hermanos y de toda mi familia.

Pero escucharlo en boca de todos ellos, tampoco lo hace más sencillo.

Evito momentáneamente el pensamiento y comienzo a tocar una melodía lastimera en el piano.

Violeta parece recobrarse y vuelve a adoptar la actitud de profesora.

—Volvamos al trabajo —dice y tira de mí hasta levantarme del banquillo.
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Mi lugar en el piano, ha sido reemplazado por otra persona. Un hombre alto y delgado, toca una canción mas alegre, acompañado de un violinista y una cantante de ópera.

La vista de Lady Violeta se mantiene fija en mi baile y los regaños sobre mi postura y falta de seriedad de mi pareja, parecen más constantes.

—Manuel, haz que se mantenga erguida y deja de jugar. —Mi hermano suelta una risita que trata de esconder de inmediato y aumenta la fuerza de su agarre en mi espalda.

—¿Escuchaste eso?, estás haciéndolo mal. —Saco mi lengua de manera juguetona y pongo la mejor imitación que tengo de la postura de mi profesora para hacerlo reír.

—¿Qué te parece así? —Manuel echa hacia atrás la cabeza, soltando una carcajada que hace saltar a los músicos mientras detenemos nuestro desastroso baile.

—¡Es todo por hoy! —grita Violeta desesperada— Nos veremos mañana y espero que su falta de seriedad del día de hoy no se repita ¿entendido? —Mi hermano y yo contenemos la risa y asentimos rápidamente. Cuando estamos seguros de que la mujer se ha marchado definitivamente, las carcajadas explotan.

—¿Viste su cara? —Pregunto a mi hermano, tratando de controlar las carcajadas.

—Te costara caro Moni, lady Violeta se lo dirá a papá y entonces ambos tendremos problemas. —Me encojo de hombros ante sus palabras.

—No podemos tener más problemas de los que ya tenemos Manuel, sería imposible. —Su risa comienza a apagarse y toma mi mano para reconfortarme.

La diversión ha desaparecido del ambiente y me atrae hacia él, rodeándome con sus brazos.

—Trata de no pensar en eso Mónica —Manuel frota mi espalda y yo trato de esconderme en su pecho, enterrando la cabeza entre su elegante saco y su camisa.

—Papá consiguió entrar en esa familia, nos han invitado a la mascarada Manuel. —Siento su cuerpo tensarse bajo mis manos.

Manuel es el hermano con el que más tiempo paso, al que mas confianza le tengo y aunque suene mal, al que mas quiero.

Nuestra relación es más cercana que la que tenemos con nuestros otros dos hermanos.

Alejando y Rodrigo son más grandes y es por eso que aveces creo que pasar el tiempo con nosotros no les gusta o les aburre.

Manuel en cambio, siempre me ha hecho segunda, ha sido mi apoyo incondicional y mi mejor amigo.

Es la única persona hasta ahora que ha estado en contra de... todo.

Las Memorias de mi Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora