Estás Cerca.

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"No podemos fallar, ella está completamente enamorada de mí."

"No sabes si durará, solo tenemos una oportunidad antes de que él interfiera."

"Verás que lograré hacerlo hermano, siempre es así. Siempre consigo lo que quiero"

Las voces parecen ecos en la penumbra en la que me encuentro.

Trato de abrir los ojos, pero un dolor punzante palpita en mis sienes.

"Sangre por sangre, tú eres la compensación. Sangre por sangre"

Unas manos envuelven mis brazos, el atisbo de unos ojos claros se distingue entre la bruma que parece aprisionar mi vista.

—Estás cerca mi niña, sigue adelante mi bien. Estoy esperándote amor mío —Sus dedos rozan la coronilla de mi cabeza y hace presión en el centro de mi frente—. Pronto, volverás a mí pronto.

Un viento feroz me envuelve el cuerpo, la fuerza que lleva, me empuja hacia arriba.

El torbellino se evapora conforme la opresión en mi pecho cede y entonces distingo las fuertes manos que parecen sacudirme.

—Erin, responde. Despierta —La voz de Víctor suena angustiada. Sus manos se aferran a mis brazos, desesperadas por despertarme.

Mis párpados comienzan a abrirse con lentitud, un brillo esmeralda refulgente, contrasta con la oscuridad de la noche y distingo los ojos de Victor mirándome preocupados.

Los mechones azabaches le caen desordenadamente sobre la frente, el cuello de su camisa está abierto y el nudo de su corbata deshecho.

—Rayos Erin, es la segunda vez que me haces esto —Se sienta en la tierra a mi lado, mirándome con cansancio mientras me incorporo y lo acompaño, sentada en la tierra.

—Lo siento, deberíamos irnos ya a la mansión —susurro mirándolo—. Te pediría que no le menciones nada a mi familia por favor —Me levanto, sacudiendo la tierra de mi vestido.

—¿Estás segura que no quieres regresar a beber más sangre?

—Si, lamento mucho la molestia.

Comienzo a caminar por la vereda que se abre paso frente a nosotros y él me sigue de cerca.

—Erin, antes de volver quiero hacerte una pregunta —Asiento y me detengo frente a él—. ¿Quién es Dathan?

Siento como mi ceño se frunce y niego lentamente.

—No tengo la menor idea, ¿de dónde sacaste ese nombre?

—Lo susurraste mientras estabas desmayada.

—Que extraño —Frunzo los labios, acentuando mi confusión y Victor parece dejar pasar el hecho.

—Es mejor que volvamos —Toma mi mano y ambos volamos hacia la mansión Arteaga.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

—Insisto en que deberían quedarse —Una voz suave y musical viaja a través del salón.

Me he acomodado el cabello y me he calzado nuevamente las zapatillas, así que voy del brazo de Victor como si nada.

Una mujer de cabello lacio y negro está hablando con mis padres. La reconozco como la mujer que estaba sentada en una de las mesas cuando llegamos. Parece que está muy interesada en que nos quedemos.

—No tiene que tomarse esa molestia señora Arteaga. Podemos volver sin problema a nuestra casa —Mi padre parece incomodo con su proposición y busca por todos los medios zafarse de ella.

Las Memorias de mi Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora