cuatro

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Paris'S POV.

Mis caderas se movían lentamente sobre el cuerpo de Justin, enterrando su pene aún más profundo. Él era realmente bueno en esto, tenía razón cuando dijo que era muy bueno en la cama.

Gemí y Justin me tomó por las caderas para controlar mis movimientos.

-No. -Gemí. -Tú no me guiarás. -Tiré la cabeza hacia atrás.

Justin se recostó sobre el respaldo de la cama, y dejó que yo haga todo. Comencé a moverme rápidamente sobre él, dando pequeños saltos. Ámbos gemíamos por el placer que nos provocábamos.

-Paris. -Gimió Justin y me acercó más a él, para poder besar mis pechos.

Todo el miedo que tenía hoy, se había esfumar. Era grandioso follar con el Señor Bieber.

-¡Dios, sí! -Grité y comencé a moverme más rápido. Sentía que en cualquier momento iba a venirme.

-Vente pequeña perra. -Gruñó y volví a gemir.

Me gustaba que me traten mal en el momento del sexo, pero si no fuera porque estábamos follando, le hubiera bolado la cara de un golpe.

Lo monté unos minutos más, hasta que llegué a mi cima, y me desplomé sobre su pecho. Cansada, me moví un poco más para que él llegara, y cuando lo hizo, me tomó más fuerte por la cintura y ahogó un grito escondiendo su cara entre mis pechos.

Esto ha sido fascinante.

-Valió la pena haber pagado tanto dinero. -Dijo aún sobre mis pechos.

-Sí, y como pagaste, se ha acabado tu momento. Tienes que irte. -Dije y me levanté de la cama.

Recogí mis bragas y me las coloqué.

-Le diré a tu jefa que estuviste espectacular. Y te daré propina aparte. -Dijo y comenzó a vestirse.

-No la necesito.

-Sé que esa maldita no te dará ni la mitad de lo que pagué. Así que por favor, acéptalo. -Dijo y asentí confusa.

Del bolsillo de su chaqueta sacó un fajo de billetes y me lo entregó. Aquí había más de dos mil dólares.

-No Justin, esto es mucho dinero. Sólo dame un poco. -Dije y él negó.

-No es nada para mí ese dinero, muñeca.

-Bien, gracias supongo. -Susurré.

-Por nada. -Sonrió de costado y me dieron ganas de volver a follármelo. Pero no se podía, por supuesto. De repente, me tomó por la cintura, y me besó el cuello.

Tomó mi cintura ya cubierta por la bata y lo alejé un poco.

-No pienses que te liberarás de mí, me ha gustado mucho como lo hiciste, así que volveré, y no te recomendaré, porque te quiero sólo para mí.

-¿Estás dispuesto a pagar mucho sólo para tenerme para ti? -Pregunté y crucé mis brazos.

-Por supuesto que sí. -Besó el lóbulo de mi oreja y se alejó. Tomó su chaqueta, y se la colocó. -Pronto nos volveremos a ver. -Sonrió y salió de la habitación, dejándome sóla, sin saber que decir o pensar.

{...}

-¿Qué te pasa que estás tan ida Paris? -Preguntó mi jefa y la miré.

-¿Qué?

-El Señor Bieber te ha dejado así. ¿No? -Preguntó y negué con la cabeza. -A mi me dejó igual, es tan bueno y sensual. -Dijo.

-¿Te ha pagado por sexo? -Pregunté y reí.

-No te pases Paris. Y no, no hemos tenido sexo, a él le gustan las jóvenes, como tú. -Respondió y me ruboricé. -Ya te pagaré para que te puedas retirar. -Dijo y sacó de su bolsillo unos dólares, que por cierto, me dio menos de la mitad.

Justin tenía razón, se guardaría todo para ella.

-Gracias. -Dije enfadada y tomé mi bolso. -Adiós. -Salí del lugar y caminé hacia la parada de taxi. Hoy me daría ese lujo y no tomaría el bus.

Cuando llegué a mi casa, abrí la puerta silenciosamente. Todo estaba apagado, pero podía divisar la figura de mi hermana en el sofá. Dejé mi bolso a un lado y tomé una manta que había allí para taparla bien.

Me dirigí a la cocina y puse agua en una pava. Un té no me vendría mal. Tomé una taza y un sobre de té, y los dejé en la mesada.

Me senté en una silla y me puse a pensar en el Señor Bieber. Había sido tan bueno el sexo con él. Pero se nota que es el típico hombre rico que pagaba miles de dólares por sexo. Y no me importaba en lo más mínimo, yo no quería amor, sólo dinero para mantener a mi hermana.

Suspiré y me levanté de la silla ya que estaba el agua lista. Me preparé mi té y apagué la luz de la cocina. Comencé a caminar hacia mi habitación, y cuando abrí la puerta, no podía creer lo que veía.

-Hola Paris. ¿Me extrañaste?

Seducción y Pecados. ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora