diecinueve

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Leer Nota del final, por favor.

Paris's Point of View.

Abrí mis ojos desconcertada y contraí mi rostro al sentir un dolor agudo en mi muslo. Me llevé una mano hacia el lugar donde dolía y sentí una gasa cubrindo la zona. Fruncí el ceño y volteé mi cabeza, encontrándome una habitación de paredes blancas, todo era muy blanco y no me gustaba para nada. Era claro que estaba en un maldito hospital.

Levanté mi cabeza y bufé al sentir dolor. Levanté un poco la sábana y abrí mis ojos al notar morada la zona al rededor de la gasa. Cerré mis ojos intentando recordar que me había pasado y bufé al recordar que el hijo de puta de Granger me había disparado.

La puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos, así que miré y me sorprendí al ver a Justin, un Justin con rostro cansado y grandes ojeras. Él abrió sus ojos sorprendido al verme y reí, su rostro se suavizó un poco y comenzó a caminar hacia mí.

-¿Cómo te sientes Paris? -Preguntó. Su voz era ronca y rasposa.

-Me siento adolorida. -Me quejé, mi voz también era rasposa, tenía sed. -¿Hace cuánto estoy aquí? -Pregunté.

-Desde ayer Paris. -Respondió y asentí. -Llamaré a un doctor para que venga a verte. -Dijo.

-Está bien. -Asentí y Justin bajó para besar mi frente.

-Me alegra que hayas despertado. -Susurró y se levantó para ir hacia la puerta y salir en busca de un doctor.

Sonreí e intenté sentarme en la camilla, pero fue en vano, ya que mi pierna dolía mucho. Bufé y me concentré nuevamente en inspeccionar la habitación, la cual era muy aburrida, esto necesitaba color. Los pacientes realmente se deprimen aquí.

Desde afuera se escuchaban las pisadas de la gente, cosa que me ponía frenética, tenía ganas de levantarme y salir. La puerta se abrió y entró Justin seguido de un doctor. Éste último me sonrió amable y yo hice lo mismo.

-Buen día Paris. -Saludó.

-Buenos días. -Respondí con la voz aún rasposa. El doctor caminó hacia la máquina de agua que había aquí y sirvió un poco en un vaso. Caminó hacia mí nuevamente y me lo tendió.

-Bebe con cuidado. -Dijo y asentí. Llevé el vaso a mi boca y comencé a beber lentamente. Mi garganta estaba agradecida de esto.

-Muchas gracias. -Dije con la voz un poco mejorada y le devolví el vaso.

-No hay de qué. -Respondió. -Ahora te revisaré.

-Está bien. -Asentí y miré a Justin, quien sólo me miraba con su mirada cansada. Le guiñé un ojo y él sonrió a medias.

Con él no tenía por qué enojarme, él no me disparó. Sí estaba enojada porque preferia al dinero antes que salvar mi vida, pero eso lo hablaría luego con él, a solas.

{...}

-No sabes el susto que me has dado Paris. -Contó Justin mientras ámbos cenábamos en la habitación. Él se quedaría conmigo toda la noche, era un amor a veces.

-Yo también estaba asustada. -Admití. -Pensé que me desangraría.

-Gracias a Dios no pasó nada malo.

-Así es. -Asentí. -¿Mi hermana sabe de esto? -Pregunté preocupada.

-Sí, y vino cuando tú seguías dormida. A ella le hemos dicho que ha sido una bala perdida mientras había una persecución. -Dijo y puse mis ojos en blanco.

-¿Y los médicos han llamado a la policía al saber que fue en tu casa? -Pregunté.

-No, hemos sobornado a todos y nadie hablará con la policía, ellos no pueden meterse en esto. -Se encogió de hombros y abrí mi boca sorprendida. Dejé mi sándwich en la bandeja y crucé mis brazos indignada. -¿Qué sucede?

Seducción y Pecados. ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora