Sus caderas se movían de lado a lado volviendo loco a todos los hombres que la miraban. Pero un hombre en especial, delante de ella, no podía despegar los ojos de su cuerpo.
Lo estaba seduciendo, lo estaba llevando al cielo, y eso no terminaba bie...
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Paris besó una vez más a Justin y acarició su mejilla sin poder creer que estaba allí, no era una alucinación de ella. Justin sonrió y la apretó contra su cuerpo sin querer soltarse más.
-Está tu hija aquí y tu besuqueándote con un desconocido. -Dijo Alex mientras se movía con Ginger en brazos. Paris sonrió.
-¿Desconocido? -Preguntó Justin riendo y se levantó del sofá.
-Para ella. -Señaló a la niña.
Justin quería hablarle a Ginger, pero sentía vergüenza. No quería que se confundiera o algo por el estilo.
-No te morderá. -Dijo Paris al ver su rostro. -Y tampoco es obligación que ya tengas una relación con ella. Sólo ten en cuenta que es mi hija y estará siempre entre ellos.
-No me molesta que esté entre nosotros, yo soy tu pareja y eso significa... -Alex lo interrumpió.
-Que también es tu hija.
-Alex. -Paris lo miró elevando una ceja.
-Si, significa eso. Quiero estar contigo y con esa niña, es momento de una familia y qué mejor que tenerla contigo. -Respondió Justin y Paris se estremeció.
-Sé que quieres llorar, puedes hacerlo en paz. -Bromeó Alex y Paris le pegó.
Si quería llorar, lo que dijo Justin le había removido todo. Él quería una familia y eso la incluía a ella y a su hija. En estos años Justin cambió completamente.
-Déjala en paz. -Dijo Justin riendo y la abrazó. -Llora si quieres. -Besó su cabello con cariño.
-Basta. -Paris carcajeó con la voz entrecortada y golpeó su espalda levemente.
Se separó segundos después y todos caminaron hacia el comedor. Alex y Paris habían preparado el almuerzo.
-Dame tu plato que te corto la comida cariño. -Le dijo Paris a Ginger.
-Yo le corto. -Dijo Justin con una sonrisa nerviosa en el rostro y tomó el plato de la niña. Cortó todo en pequeños pedazos y se lo entregó. -Toma cariño.
-¿Qué se dice Gin? -Preguntó Alex.
-Gacias. -Dijo la niña.
-De nada. -Justin le acarició el cabello y comenzó a comer.
Paris lo observo con una sonrisa y miró de reojo a Alex, quien le guiñó un ojo.
-Oye, ¿te molestaría dejar a Ginger con Alex? -Preguntó Justin.
-No, confío en el. -Respondió Paris.
-Alex, ¿puedes cuidar a Ginger por favor? -Juntó ambas manos. -Tengo una sorpresa para Paris.
Esta elevó una ceja y sonrió. Quería saber que estaba planeando Justin.
-Claro que si. -Respondió y tomó la mano de su sobrina. -¡Hoy tendrás una noche con el tío! -Exclamó y se estiró para besar su mejilla.