Seducción y Pecados. ➵ j.b

treinta y cuatro

Paris's Point of View.

Miré a Justin sin decir nada mientras que él seguía caminando de un lado a otro en su despacho haciendo que me desesperara. Me levanté y lo tomé por el brazo haciendo que parara de caminar.

-¿Te puedes calmar? -Pregunté acariciando su brazo y Justin bufó.

-No, realmente no puedo. -Negó y se soltó de mi agarré.

-Así no arreglarás nada Justin. -Gruñí.

-Así encontraré la manera. -Dijo y volvió a caminar de un lado a otro. -Déjame solo. -Pidió.

-No, no me iré de aquí. -Me crucé de brazos y me apoyé en su escritorio.

-Paris. -Bufó.

-Justin. -Sonreí y noté como tensó su mandíbula.

-Vete de aquí. -Pidió y formó puños con sus manos.

-No. -Negué.

-¡Vete de aquí! -Gritó y me tomó por los hombros fuertemente haciéndome sobresaltar.

-Eres un imbécil. -Quité enojada sus manos de mis hombros y salí del despacho.

Oí como algo se rompía en el piso pero no le di importancia, que haga lo que quiera. Es un maldito necio cuando quiere.

-¡Paris! -Oí el grito de Justin pero no dejé de caminar. Era un idiota. -Hey. -Escuché que abrió la puerta del despacho y luego sus pisadas resonaron por todo el pasillo.

-¿Qué quieres? -Pregunté volteándome molesta para encontrármelo con el ceño fruncido.

-Lo siento. -Se disculpó. -En serio estoy muy frustrado y no quería agarrármela contigo.

-Pero lo hiciste. -Me crucé de brazos. Justin bufó y se pasó una mano por el cabello.

-Por favor linda, yo no soy de pedir perdón. No quiero ponerme más nervioso.

-Oh, que privilegiada. -Dije llevando una mano a mi pecho.

Estaba intentando no sonreír como una idiota por el hecho de que me dijo linda y porque él realmente no pide disculpas, y que me las pida a mí es bueno. Pero tengo que demostrar que estoy enojada.

-Basta. -Se quejó. -¿Me perdonas? -Preguntó.

-¿Tú te calmarás? -Pregunté y Justin puso sus ojos en blanco.

-Lo intentaré. -Se encogió de hombros y una sonrisa asomó por mis labios.

-Por las dudas me mantendré alejada. -Dije y pasé por su lado para volver a su despacho. A los pocos segundos sentí como me tomó por la cintura y pegó mi espalda con su pecho. -¿Qué haces? -Pregunté intentando reprimir mi sonrisa.

-No quiero que te mantengas alejada de mí. -Susurró en mi oído y sentí un cosquilleo en mi vientre.

Me volteé y coloqué mis manos en su cuello. Lo acerqué a mí y besé su marcada maldíbula.

-No quiero que me pongas nuevamente las manos encima porque sino quedarás estéril. -Susurré en su oído y sentí como se estremeció. Cuando él iba a responder una tos falsa nos interrumpió. Era Alexander.

-Lo siento por interrumpir su momento romántico, pero necesito llevarme a Justin. -Dijo. Se notaba a kilómetros que quería burlarse de Justin por encontrarlo así conmigo.

-Era todo menos romántico. -Se quejó Justin y reí. -Ve a mi despacho, en un rato volveré. -Me dijo.

-Está bien. -Asentí y Justin besó mis labios.