cuarenta y cuatro

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Paris sollozó aterrada por lo que estaba pasando. Las balas volaban por todo el lugar y ellos estaban expuestos a morir de inmediato. Justin sabía como se encontraba Paris, así que tomó su mano como pudo y la acarició.

-¿Dónde mierda están tus hombres Justin? -Preguntó Paris.

-Ellos están disparando también pequeña. -Respondió Justin con la respiración agitada.

El auto quedó barado en el medio de la carretera, así que los del FBI se quedaron a la expectativa. Justin levantó su cabeza para mirarlos.

-Cuando yo les diga, tú abrirás la puerta Paris y saldremos corriendo hasta poder bajar de la carretera y perdernos en el bosque.

-¿Tú estás loco Justin? -Preguntó Alex. -Nos atraparán imbécil.

-Y estando aquí también. De todos modos sé que no lo hará. -Dijo y tomó a París por las mejillas. -Mírame bebé. -Pidió.

Paris lo miró fijamente a los ojos y sollozó. Quería que esta mierda acabara.

-Te amo mucho bebé, nada nos pasará. Pronto acabará todo y estaremos en Grecia recordando esto con gracia. -Dijo cerca de sus labios. -Te prometo que siempre estaré contigo y siempre te amaré.

-¿Por qué estás diciendo esto Justin? -Preguntó Paris preocupada. -Me asustas.

-Sólo quiero recordártelo y disculparme por ponerte siempre en peligro. -Dijo Justin con ganas de llorar, pero no lo haría.

-No tienes que pedir disculpas por eso. Te amo. -Respondió Paris y besó los labios de Justin.

-¿Pueden apurarse? -Preguntó Alex. -Maldición, no quiero morir por culpa de ustedes.

Justin gruñó mientras se apartaba de Paris y volvió a mirar hacia los del FBI, quienes se encontraban en espera de que suceda algo. Comenzó a contar interiormente y pensar lo que haría. Tenía miedo por Paris, pero sabía que lo que estaba por hacer lo ayudaría, o al menos dejaría de vivir con miedo.

-¡Sal! -Exclamó Justin.

Paris abrió la puerta y comenzó a correr siendo perseguida por Justin y Alex. Los del FBI comenzaron a correrlos rápidamente para poder atraparlos. La adrenalina corría por todo el cuerpo de Paris. Ya estaban cerca de ser libres.

-¡Sigan corriendo! -Exclamó Justin.

Cuando Alex y Paris se adelantaron, Justin frenó y comenzó a retroceder con sus manos en alto. Por eso prácticamente se despidió de Paris, se entregaría al FBI. Le dolía en lo más profundo tener que alejarse de ella, pero lo hacía por amor. Si ya lo tenían a él, no la molestarían a ella.

-¿¡Qué haces Justin!? -Exclamó Paris histérica cuando notó que Justin comenzó a retroceder. -¡Ven aquí! -Exclamó llorando a mares nuevamente.

Quiso correr hacia él, pero Alex la tomó por atrás para que no lo hiciera.

-No, no, no, quédate aquí. -Dijo Alex. No iba a frenar a Justin, sabía que por algo lo hacía.

-¡No puedes dejar que se entregue! -Exclamó Paris señalando a Justin, quien la miraba con lágrimas en los ojos.

-Él sabe lo que hace, vamos. -Dijo Alex y la tiró del brazo para seguir corriendo.

-¡Te amo Paris! -Gritó Justin al mismo tiempo que los del FBI lo rodeaban y le apuntaban justo en la cabeza.

-¡Te amo! -Se escuchó que gritó Paris a lo lejos y Justin sonrió con dolor cerrando sus ojos.

Apenas Alex y Paris bajaron al bosque y estuvieron bien escondidos entre los árboles, pararon a tomar aire. Pero Paris se sentó en el pasto para llorar sin control.

Seducción y Pecados. ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora