Justin's Point of View.
Observé como Paris abrió sus ojos enormemente y reí.
-Deja de bromear Justin. -Dijo negando con su cabeza.
-No es ninguna broma linda, tengo una mansión en Mónaco que te aseguro que les encantará a tu hermana y a ti. -Dije y ella frunció el ceño. -¿Qué pasa? -Pregunté.
-¿Por qué quieres llevarnos? -Preguntó y me encogí de hombros.
-Supongo que para que estén seguras, aquí corren muchísimo peligro. -Expliqué.
-No puedo aceptar el trabajo, mi jefa se enojará. -Dijo. -Necesito trabajar.
-Si vienes conmigo no necesitarás hacer nada y de tu jefa me encargaré yo. -Acomodé mi brazo bajo mi cabeza.
Claro que ahora se lo preguntaba amablemente, pero si ella no aceptaba la llevaría conmigo a la fuerza, no me quedaría más opción.
-Déjame pensarlo. -Dijo y acomodé mejor mi cabeza para mirarla.
-Te encantará Mónaco, es hermoso. La mansión tiene una maravillosa vista a la Costa Azul. -Dije y ella me miró sorprendida.
-¿Hablas en serio? -Preguntó.
-Claro. Me he fijado de hacer una buena inversión, no iba a gastar millones de dólares en algo que no me haría feliz.
-Bien. -Asintió y tomó su celular.
-¿No me dirás si iremos o no? -Pregunté colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja.
-Te he dicho que lo pensaré Justin. -Respondió y bufé.
-Tienes una semana. -Dije y ella me miró frunciendo el ceño.
-Bajo presión no vale.
-Claro que vale. -Respondí.
-Eres un idiota. -Dijo y solté una carcajada.
-Vamos, les encantará. -Me senté en la cama y me acerqué para besar su hombro.
-¡Te he dicho que no sé! -Exclamó. -Además no creo que Scarlett quiera, ella tiene amigos aquí. Y todavía no termina la secundaria.
-¿Eso quiere decir que por tu parte te irías? -Pregunté. -Podrá terminarla allá con un profesor privado de cada materia que tenga.
-Por mi parte vete a la mierda. -Bufó y reí nuevamente.
-Yo sé que me quieres. -Dije tirándole un beso y reí.
Hace un tiempo venía comportándome así con ella y me sorprendía. Siempre me repetía que no era amor, porque realmente no lo era, pero Paris me caía bien ahora, era una buena chica y una buena persona para mantenerla a tu lado si querías compañía.
Mi celular sonó a mi lado y la pantalla me marcaba una llamada entrante de Matt. Rápidamente me levanté de la cama y me alejé de Paris para atenderlo.
-Hola. -Saludé cuando pegué el celular a mi oreja.
-Hey Justin. -Saludó del otro lado de la línea. -Tengo noticias para ti. -Dijo.
-Dime por favor. -Pedí.
-Es sobre los padres de tu chica, he encontrado todo lo que pude y es muy interesante. -Dijo y sonreí.
-Eres un maldito genio Matt.
-¿Dónde podremos encontrarnos los tres para que les diga? -Preguntó.
-¿Quieres venir a la casa de Paris? Estamos aquí. -Dije.
-Bien, en un rato estaré allí. -Respondió y cortó la llamada.
Caminé hacia la cama y me senté en ella mientras dejaba el celular a mi lado y miraba a Paris, quien me observaba con una ceja levantada.
-¿A quién has invitado a mi casa? -Se cruzó de brazos.
-A Matt. -Respondí. -Ha encontrado información sobre tus padres. -Dije y ella abrió muchísimo sus ojos.
-¿¡En serio!? -Exclamó sorprendida. -Oh Dios, ojalá sepa donde están, quisiera decirles tantas cosas y para nada buenas. -Suspiró e hice una mueca con mi boca.
-Ese tipo es un genio, eso es lo primero que habrá conseguido. -Sonreí. -Yo puedo ayudarte a decirles cosas si quieres.
-¿Y tú qué les dirás? -Preguntó levantando sus cejas.
-Lo idiotas que son por haber dejado solas a dos chicas pequeñas, eso lo denunciaré y les saldrá muy caro. -Dije y Paris rió.
-Gracias. -Dijo y se acercó a mí para besar mis labios.
Me acosté en la cama y dejé que ella se colocara casi encima mío, sin aplastar su pierna harida, para seguir besándome. Coloqué mi mano en su cintura y comencé a acariciarla mientras ella revolvía mi cabello. La tomé por el cuello e introducí más mi lengua en su boca, haciendo el beso más intenso.
Unos segundos después, nos separamos con las respiraciones agitadas y los labios hinchados. Reí al ver la cara de Paris y ésta me golpeó en el hombro.
-Intenso. -Dije una vez que tomé aire y volví a besarla.
{...}
Terminé de colocarme mi ropa correctamente y acomodé mi cabello para que pareciera un poco ordenado. Mi ropa estaba arrugada, eso no tenía arreglo y no era muy presentable, supongo que Matt sacaría sus propias conclusiones de esto.
-¿Tengo que cambiarme para cuando llegue Matt en unos minutos? -Preguntó Paris y la miré.
-No, tú no tendrás que moverte de la cama. Haré que venga aquí. -Dije y asintió.
Minutos después, el timbre sonó y salí de la habitación rápidamente. Abrí la puerta de la sala y Matt entró a la casa.
-Hola Matt. -Palmeé su espalda.
-¿Cómo estás? -Preguntó y me encogí de hombros.
-Muy bien. ¿Tú? -Pregunté.
-Con mucha información que largar. -Sonrió y asentí.
-Vamos a la habitación de Paris, ella no puede levantarse de la cama. -Dije y comenzamos a caminar por el pasillo.
Entramos a la habitación y Matt saludó animadamente a Paris, haciéndome fruncir el ceño. Me senté al lado de Paris y Matt se sentó en la punta de la cama.
-Dinos todo lo que tienes. -Pedí y él asintió.
-Primero que nada, ellos no están aquí en Los Angeles. -Dijo y Kourt asintió. -Están en Colombia, viven en una pequeña casa que ni siquiera es de ellos y están en la ruina, han perdido todo luego de irse de aquí y haber tenido un juicio.
-Están usurpando una casa como ratas asquerosas que son. -Gruñó Paris y acaricié su brazo. -¿Con quién han tenido un juicio? -Preguntó.
-Con una tal Daila Montgomery. -Respondió y Paris jadeó a mi lado, haciendo que la mirara preocupado.
-¿¡Qué han tenido que ver ellos!? -Gritó.
-¿Quién es ella Paris? -Pregunté.
-La dueña del club, mi jefa. -Respondió en un susurró y abrí mis ojos, esto se ponía interesante. -¿Cuál ha sido la razón? -Le preguntó a Matt.
-Porque ellos habían descubierto donde tú trabajabas para sacar a tu hermana adelante, así que hicieron un trato con Daila para que ella te sacara casi todo lo que cobrabas cada vez que te acostabas con alguien y se dividían ese dinero, mitad para Daila y mitad para tus padres. Pero un día ellos le robaron mucho dinero a Daila y ella les hizo un juicio por estafadores, ella ganó y ellos quedaron en la ruina. De alguna llegaron a Colombia y así están, viviendo del aire nada más.
-No puedo creerlo. -Dijo Paris y vi lágrimas cayendo por sus mejillas, haciéndome sentir mal. Me acerqué más a ella y envolví mis brazos a su alrededor. Ella acomodó su cabeza en mi cuello y siguió llorando allí.
De repente, la puerta se abrió de par en par dejando ver a una Scarlett con el rostro desencajado.
-¿Así que mis padres están en Colombia? -Preguntó cruzándose de brazos.
Bien, estábamos jodidos todos.
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Seducción y Pecados. ➵ j.b
FanficSus caderas se movían de lado a lado volviendo loco a todos los hombres que la miraban. Pero un hombre en especial, delante de ella, no podía despegar los ojos de su cuerpo. Lo estaba seduciendo, lo estaba llevando al cielo, y eso no terminaba bie...