Wildest Dreams

Capítulo 3: La Vie en Rose.

Nota: Hay una canción en la multimedia con la cual me gustarían que escucharan leyendo el capítulo, que quizás, con ella así se sientan más a gusto, sintiendo la historia, se llama La Vie en Rose. Cuando la mencionen en el capítulo pónganla, ustedes sabrán cuando.

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31 de diciembre de 1949.

—Oh por Dios... —exclamo susurrante Ariana, cubriéndose sus labios con ambas manos al ver a su mejor amiga completamente arreglada.

Era el día del fin de año. Adiós 1949. Hola 1950... Y también era el día de la fiesta.

Ariana desde que Marz firmó el contrato se la pasó prácticamente los siguientes dos días arreglando para que todo fuera perfecto. Ya saben, lo superficial. Los vestidos, los bolsos, el maquillaje. Ella quería que su mejor amiga impactara al entrar en Elegance, pero Marz siempre se sentiría a gusto con cualquier vestido de su armario. Ariana al escuchar esas palabras salir de la boca de Marz soltó un grito ahogado, llevando se la mano al pecho, ofendida. Como si Marz le hubiera dado una bofetada o insultado.

No podía escapar de las manos de Ariana cuando se trataba de estar al margen de la moda, volviendo a los tipos de chicas, ella era el tipo de chica que le encantaba estar elegante, hermosa y totalmente... bueno, perfecta. Había elegido para Marz un vestido de color aguamarina sin mangas hasta un poco más debajo de las rodillas haciendo resaltar lo alta que ella era, con una bufanda de seda del mismo color y con sus típicos labios rojos Marz estaba más que lista. Surgió una pequeña batalla entre las mejores amigas en donde Ariana insistía en agregarle un poco más de maquillaje mientras que ella se negaba, al final solo fue un poco de rímel en sus ojos azules.

Su mejor amiga por otro lado, había escogido un vestido negro completamente largo con un toque elegante en las mangas, hacia relucir toda su esbelta figura y su cabello estaba suelto, oscuro en ligeros tonos cafés. La palabra 'perfecta' no era suficiente.

"Alguien encontrara un chico esta noche" Pensó Marz de manera graciosa. Ariana estaba completamente hermosa, con claridad, en sus pensamientos sabía que no sería ella quien encontraría a un chico.

Como un flash de una cámara la mirada de Robert Kingsley interrumpió en su mente, persiguiéndola.

"Maldito seas, Robert Kingsley, tú y tu mirada encantadora" Dijo mentalmente.

Decir que desde ese momento Marz jamás volvió a pensar en él, sería una completa mentira.

—Sabes...—empezó a decirle a su amiga, le iba a hablar sobre Robert, pero de inmediato se arrepintió. Elevo la mirada, los ojos de Ariana ya le observaban con suspicacia. Se congelo— No, nada. Olvídalo —termino diciendo, sacudiendo un poco su cabeza.

—No dime.

Ella mordió su labio inferior a la ligera. No sabía si esto le pasaba mucho a algunas mejores amigas en el mundo, pero siempre cuando Marz quería decirle algo a Ari y luego se arrepentía decía un simple y cortante "No, nada" mientras que por otro lado la morena, que no se iba quedar con la duda agregaba un rápido y firme "No, dime"

Así era el mecanismo. De igual modo, Marz siempre le terminaba contando, a excepciones cuando Ariana se cansaba de luchar y decía un relajado "Esta bien..."

Pero Marz no se lo conto, esta vez.

—Creo que si usare tus zapatos —mintió. La chica pareció impresionada. Se relamió sus labios con sospecha como si la respuesta pasara por su detector de mentiras y sonriente fue a buscar los tacones grises suaves, exageradamente caros y altos.