Marz cerró la puerta tras ella, en todo el lugar rebosaba oscuridad dando indicios de que Ariana dejo el lugar hace ya mucho tiempo. El reloj de la pared marcaba las 9:15, no tan tarde pero si tarde para regresar a casa.
Había terminado todos sus pendientes, desde la entrevista hasta la cena con Kendall Smith en el restaurant fantasy. Ese también era un precio que debía pagar Marz, ser famosa implicaba muchas entrevistas, muchas salidas, muchas preguntas. Hoy estaría sola, algo que a Marz le agradaba, pero no de esa manera... Le gustaba estar sola, pero no sentirse sola. Todas sus extremidades imploraban la suave cama para dormir y descansar, sus huesos le pesaban y la vaga idea de dormir en el suelo no le pareció tan mala.
Empezó a subir las escaleras cuando se encendió la lámpara junto al televisor.
—No tan rápido —escucho una voz. Entonces la silla se giró dando a ver a Ariana con las piernas cruzadas tomando un café, que para ese momento Marz lo veía como lo más delicioso del mundo. Tanto que quiso prepararse uno en ese instante. Parpadeo dos veces, Ariana debería estar con sus hijos pero no, estaba allí.
—¿Qué haces aquí? —le pregunto, pero sonó descortés. Ariana encarno una ceja—.Me refiero a... ¿No estarías con tus hijos?
—Corrección, Marjorie. Estaré con mis hijos—le dio un sorbo a su café para luego dejarlo en la mesa.
—Entonces no entiendo... ¿Por qué...?
—Quería hablar contigo acerca de algo...—dijo misteriosamente, sacudió su cabello con sus perfectas ondulaciones, otra detective la atacaba.
"Que no sea de Robert, que no sea de Robert, que no sea de Robert"
—Se trata de Robert.
"Diablos"
—¿Por qué le dijiste a Clark que tenía las hormonas alborotadas?
Marz soltó una sonora carcajada. Su amiga frunció el ceño, extrañada por sus actitudes y por la gracia que causaban.
—¿Puedes admitir que lo que hice fue divertido? —le pidió. Fue a la cocina y cuando visualizo la tetera se dispuso a servir algo de café.
—No, no lo hare —le escucho decir desde lejos. Llevo la taza hacia sus labios dándole un sorbo y salió de la cocina.
—Sé que te encanto lo que hice —Ariana sonrió levemente— Tu pequeña sonrisa lo confirma—Ariana no puedo evitar reír y con ella Marz igual.
—¿Pero aun no entiendo porque? —Dijo entre risas— Le hiciste pasar pena al pobre, en televisión nacional.
Marz se sentó en el sillón al frente de su amiga, y le volvió a dar un sorbo a su café.
—Se lo merece por promiscuo —Ella en ese momento tenía un aire de superioridad en su alrededor. Sentía que había ganado una batalla, debería sentirse mal, pero ni una pizca de arrepentimiento había aparecido entonces.
Ariana alzo con su dedo índice como señal de "espera un momento", dejo la taza de café en la mesita y corrió a la televisión. Marz pudo entenderlo, había grabado una cinta. Ella la coloco y ágilmente oprimió el botón "play".
Había grabado una pequeña parte del noticiero de las siete. Marz ya lo venía venir, hablarían de ella y de su numerito en el show. Veía llegar las críticas y seguramente las numerosas suposiciones. No quiera verlo, quería disfrutar de esa sensación satisfactoria sin que la arruinaran los medios. Le dio una mirada suplicante a Ari que ella solamente entendía y ella hizo con sus manos un "por favor"
ESTÁS LEYENDO
Wildest Dreams
Fanfiction////// EN EDICIÓN ////// ―Nadie tiene que enterarse de que hacemos ―murmuro ella, agitada. Una sonrisa fue apareciendo lentamente en sus rosados y suaves labios, volvió a tomar el rostro de ella entre sus manos. Ajuntando sus narices, un acto de du...