Capítulo 14: "El Fin de una Travesía"

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Cabe mencionar, que si no colocan la canción de la multimedia en el momento en el que se nombre, no vivirán el capítulo completamente. Aunque es claro, opcional.





Hay momentos en la vida en la que una persona despierta pero no del todo. Como cuando llega el día y nos hace despedir de la noche, entonces sabemos que tenemos que despertar, estamos conscientes de ello, pero aun así nuestros parpados no quieren hacerlo. No queremos despertar. Podría ser cualquier cosa, cualquier factor que nos haya tocado. En el caso de Marz, constantemente se había vuelto no despertar por el miedo a que lo que había ocurrido anteriormente hubiera sido solo un simple sueño.

De esos sueños hermosos inolvidables que no pueden evitar tener una pizca de color rosa, que son demasiado buenos para ser verdad. Así lo creía ella, los tenues rayos de sol comenzaron a molestarle un poco sus ojos pero ella se veía obligada por si misma a no abrirlos.

"Quizás solo fue un sueño" pensó. Pero no lo fue.

Unas fuertes manos la apretaron a otro cuerpo. Como si la necesitara para descansar, para poder estar en paz. Como la fuerte conexión que tienes con algo que aprecias mucho, un objeto, un animal o... una persona. Las cálidas manos de Robert en su cintura eran simplemente acogedoras, tranquilas, el cálido calor que emanaba su cuerpo había comenzado a agradarle y el factor interesante que no había faltado; el cosquilleo de su leve respiración en su cuello que le erizaba su piel sumándole a su exquisito aroma. No era simplemente un sueño. Era un hecho, estaba pasando, ocurría en la vida y en la realidad de Marz. No era una fantasía. Entonces comprendió que no solamente no quería despertar por tener miedo a lo que ocurriera después. Era más en parte porque acabaría, entonces ella lo extrañaría. Soltó un suspiro.

"Mejor esperare a que el despierte... si eso hare"

Justamente en ese momento el cuerpo de Robert comenzaba a moverse ligeramente, ella bufo al sentir como poco a poco despertaba, unos segundos después sintió su mano izquierda, comenzaba a realizar leves caricias en su cabello.

"Cree que estoy dormida"

Decidió mantener su imagen de "chica durmiente" por unos segundos. El suave contacto de sus manos en sus cabellos era relajante pero... La curiosidad le pico y fue aumentando por las inmensas ganas de ver sus ojos una vez más, teniéndolo tan cerca. No solo sus ojos, todo él. Su cuerpo comenzó a girarse para verle a la cara completamente mientras que sus caricias cesaron y la mano en su cintura fue retirada. Por algo dicen que la curiosidad mato al gato. Sus ojos azules centellaban con la luz del día suavizada por la carpa. Ella le sonrió inhalando su aroma.

―Buenos días...―susurro.

―Buenos días ―le dijo de la misma manera, las miradas en sus labios se habían vuelto constantes en los últimos días. Marz se ruborizo al ver que no traía camisa puesta, dejándole ver su firme abdomen y como este en diversas ocasiones (contando esta) había aplastado suavemente su cuerpo. Le hacía recordar todo los sucesos de ayer que de algún modo, quedaron tatuados en su mente. Sería difícil olvidarlos.

" ¿Tendría que hacerlo?... ¿olvidar?"

Apago los pensamientos. Nada de eso para hora, necesitaba llenarse de él antes de que regresaran y a la vez descubrió algo... No podía enojarse con él, no del todo, siempre terminaría teniéndolo cerca, tocándole la piel o contándole un gracioso chiste que la provocara reír.

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