Wildest Dreams

Epílogo.

Apenas y se, que es febrero de 1950.

Queridos Bryce y Ariana:

Si están recibiendo esto, quiere decir que mi amigo Theo fue hasta allá y siguió todas mis indicaciones. No le hagan nada malo cuando terminen de leer esta carta, por favor. Solo me está ayudando, así como quiero que ustedes también lo hagan.

Empezare diciendo que estoy perfectamente bien físicamente, no pienso ir por un camino incorrecto, seguiré el mío y no me desviare.

Ya habrán de imaginarse que emocionalmente, estoy destrozada.

Después de todo el drama, llegue a casa. El silencio era tan abrumador que me inquietaba, Bryce dormía al igual que los niños, Ariana aun no llegaba seguramente porque me estaba buscando, pero sabía que volvería a casa. Yo por mi parte intente dormir pero no podía hacerlo en la misma cama en la que me hizo suya una vez... No podía ir a la sala y recordar nuestro primer beso, ir al jardín y recordar cuando reíamos juntos antes de irnos a África.

Es solo un montón de cursilería, lo sé. Pero recordarlo, es solo abrir la herida una vez más y no quiero que eso pase, quiero que ya no duela más, quiero olvidarlo.

Esa misma noche como a las una de la madrugada, tome el auto y conduje pensando en muchas cosas. Conduje toda la noche tratando de encontrar la tranquilidad, pero en lugar de eso, conducía preguntando por qué...

Pensé en mí, en el y su nueva chica, en como todo pareció ser un engaño. Pero luego pensé en la vieja yo y en como la extrañaba. Aquella que no feliz, que no pensaba en caer en solo unas lindas palabras, una chica fuerte... aquella vieja yo.

Ya estando en una carretera vacía en el medio de la noche, aun con el rastro frio de las lágrimas en mi rostro, pensé en una razón para huir. Sentí que debía hacerlo, se volvió en una necesidad, aunque sonara muy cobarde la idea, supe que lo haría y no habría marcha atrás.

Probablemente notaron que la mayoría de mis pertenencias no están en mi habitación y que algunas cosas como fotografías, mi taza de la suerte o incluso discos de vinilo están fuera de la casa.

No estaré en California... me iré por un tiempo. En otras palabras, dejare la ciudad.

Iré a otro lugar para comenzar de nuevo.

Necesito estar en blanco, escribir mi historia en la manera correcta y reencontrar a la vieja Marz, intentando no tropezar con las equivocaciones que tome en tiempo pasado, estar limpia y que no me duela recordar el pasado.

Seguiré en contacto con ustedes mediante cartas, aquellas cuales Theo buscara y les entregara. Él es el único que sabe dónde estaré, y no le dirá a nadie hasta que yo decida si es correcto.

Y por favor, no crean que sea falta de confianza o algo así. Es solo que sé que si les digo donde estoy, no tardaran en venir a buscarme y no es lo que quiero por el momento. Creo firmemente en que Theo no lo hará, porque él sabe que necesito espacio para mí misma.

No se preocupen por mí.

Tengo dinero de sobra, y eso es lo esencial para tener comida, agua y una casa, que es lo que me mantendrá con vida y lejos de la idea de ser una vagabunda en las calles. Crean en mi cuando les digo que haré todo lo posible para no caer en depresión, porque estoy tan consciente como ustedes de que eso no me hace bien, no lo merezco...

Trabajare. Aun me queda dinero, bastante en realidad, pero ese será para ayudarles un poco a ustedes, recibirán dinero de mi parte cada mes. Si se sienten mal recibiéndolo, consideren que es para los niños, no para ustedes. Trabajare, es verdad, pero no será en actuación... eso también lo abandonare.

Una vida normal, es por todo lo que voy.

Ha pasado tanto en California, y si sigo allí sé que no mejorare de ninguna manera. Mucho menos si tengo la posibilidad de conseguírmelo a él en alguna calle o verlo a través de la televisión, eso solo empeoraría las cosas.

Quiero que sepan que los quiero. Los amo con todas mis fuerzas, no saben lo mucho que los extrañare y si quieren considerarme algo cobarde, háganlo. Si quieren odiarme lo entendere. Pero esto es para mí, ya no cambiare de opinión...

Los veré muy pronto, se los prometo.

Les amara por siempre,

Marz.