Capítulo 8: "Amigo"

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―Entonces... creo que seremos súper-ultra-mega amigos ―declaro ella. Todas sus defensas se alzaron y considero que enviarlo directo a la zona confort de amistad, era la mejor manera de decirle que no tenía más intenciones con él, indirectamente.

El chico negó levemente ante sus declaraciones. Su comisura derecha estaba elevada un poco, una sonrisa leve.

Hubo algo en su tono de voz que en cierta parte le atrajo, la forma en que sus labios pronunciaron el "No podre ser solo un simple amigo" estaba tan cargada de cinismo y seducción que incluso le coloco los pelos de punta. Era de alguna forma ridículo que le hiciera flaquear sus piernas con solo murmurar un lindo cumplido, el no conocía sus debilidades pero podría hacerle suspirar con solo acariciarle. Era demasiado para ella.

Pero ya lo decidió, si él no lo quería aceptar era demasiado tarde, solo sería un amigo, uno simple como cualquier otro para su desgracia.

El ufano toque de su manager en sus hombros le obligo a girarse para verle, percibió el increíble y hogareño aroma del café por lo que lo tomo entre sus manos agradeciéndole ―formando la palabra con sus labios sin pronunciarla― por haberlo traído. Había llegado, lo que para ella era como su droga y lo que le aportaba la energía necesaria como para cargar con todo el drama que pudiera ocurrir a su alrededor.

―La reunión ha sido cancelada, al parecer Dave tiene que firmar ahora mismo otros papeles de la película, otra vez ―afirmo Jackson, aparentemente agotado―. Pero ganaste la batalla, el guion fue modificado. Mia se encontrara atraída por Adam no más tardar en... tres o dos escenas después de su encuentro.

―Es una de las pocas noticias que me animaron el día ―se expresó con indiferencia, tomando otro sorbo de café― ¿Nos retiramos, entonces?

La culpabilidad se presentó en ella al decirlo a espaldas de Robert. Si se observara a si misma diciendo eso, luciría como si no soportara estar ni un segundo más en allí. Jackson le miro con suspicacia e hizo una leve mueca, lo que solo confirmaba que los pensamientos de la chica eran erróneas.

―En realidad, todos se retiraran menos tú y el Sr. Kingsley ―explico para luego mirar a Robert detrás de ella―. De no hacer la reunión, se acordó con realizar la sesión de fotos para la película, algo demasiado sencillo y no tomara mucho tiempo. Solo unas dos horas máximo.

"Perfecto, era todo lo que necesitaba" bufo en su mente.

Elevo sus ojos al cielo como si implorara ayuda. Solamente a ella le suceden estas cosas, de no sucederle, su vida sería común y corriente como las de los demás, en donde las únicas obligaciones que tendría serian comer, limpiar y posteriormente trabajar para llegar tomando una larga siesta. Sería menos complicada. Su subconsciente le regaño súbitamente, pues tenía una cierta semejanza una adolescente agobiada.

―Han dado instrucciones de que se colocaran los atuendos. Se encuentran en los camerinos, los estarán esperando dentro de...―con recelo elevo su muñeca para confirmar―. Unos treinta minutos, en la sala cuatro.

Marz asintió sumisa confirmándole a su manager que eso haría y él, entregándole su confianza se alejo lentamente para realizar o verificar quien sabe que... Cosas de managers. Casi olvidaba el hecho de que Robert aun seguía de pie junto a ella. Dio un profundo suspiro y se volvió a verle, noto como el la observaba divertido.

―Te veo en treinta minutos, amigo ―enfatizo la última palabra. Le dio un sorbo rápido a su preciado café y como si sus pies decidieran por ella, se encamino hacia su camerino deseando no haberlo hecho tan rápido, para ver la expresión del chico por las cuales todas las chicas se derriten.

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