Miraba por la ventanilla del avión. Todo era muy extraño, volver a casa. Volver al sitio donde mi vida cambió por completo hace 8 años.
A causa de la muerte de mi hermana, dos o tres meses después, mis padres no soportaron mas la agonía de ser una familia sin ella. Mi madre un día hizo las maletas, incluidas las mías, me montó en nuestro coche y nos fuimos. A San Diego exactamente.
Al principio veía a mi padre cada dos meses más o menos, pero a medida que fui creciendo dejé de ir a visitarlo, hasta el punto de que, cuando cumplí los dieciséis, ya no volví más. Por lo que hace dos años que no veo a Paul, mi padre.
Y después de no saber nada de el, aquí me encontro, en un avión con destino a Portland. Este va a ser mi primer año de Universidad y decidí que sería bueno cambiar de aires. La relación con mi madre no es precisamente la mejor, ella nunca podrá ser feliz del todo y creo que lo paga con los demás, sobre todo conmigo. Fue esa una de las razones por la que decidí mudarme con mi padre. Yo la quiero, y la entiendo, pero necesito un poco de aire y que no me recuerden cada día cuán triste es que Clara no esté aquí con nosotros. Ella nunca superó su muerte.
No hay un día que no eche de menos a Clara, pero con el tiempo he aprendido a vivir con el dolor que su recuerdo me causa. Y sé que será duro para mi este cambio tan drástico, no va a ser nada fácil volver donde todo comenzó. También pienso en mis amigos. No es que tenga muchos, pero los pocos que tengo son de verdad. Esa clase de amigos que siempre están a tu lado incluso si te mudas a la otra punta del país.
No asimilaron muy bien la noticia de que me mudaba, ya que ellos tenían muchos planes para nuestro pequeño grupo, que por cierto estaba formado por: Kate, Louis, Charles y yo. Sus planes eran respecto a la Universidad, siempre fantaseábamos que iríamos a la misma, que montaríamos fiestas cada viernes noche y cosas por el estilo. Pero, como buenos y comprensibles amigos que son, cuando les conté mis motivos, los cuales ellos conocían a la perfección, me entendieron. Los echaré de menos, mucho. Pero antes de irme les hice jurar que nos visitaríamos unos a otros siempre que podamos, y así lo íbamos a hacer.
La luz que nos indicaba que debíamos atarnos los cinturones de seguridad se encendió. Es la hora de aterrizar.
Con mucha dificultad camino por el aeropuerto siguiendo la señal de -Salida- a la vez que arrastro un carrito con todas mis maletas. Mi madre no paraba de repetirme que me había pasado, que dónde iba yo con tantas maletas. Pues fácil, me he mudado a la otra parte del país, donde voy a empezar mi vida universitaria, no me puede faltar nada, a demás en Portland el tiempo no es tan bueno como en San Diego y la ropa de abrigo ocupa mucho más.
Cuando consigo llegar a mi destino me paro y busco a mi padre con la mirada, pero a pesar de que llevo dos años sin verlo, no tardo en reconocerlo y dirigirme lo mas rápido posible en su dirección. Suelto el carrito y me lanzo a sus brazos. Lo he extrañado tanto.
Muchos piensan que no visito a mi padre por algún tipo de conflicto o tensión entre nosotros, pero no es nada de eso. Yo quiero y aprecio muchísimo a mi padre, y aunque no lo visite lo llamo mínimo una vez por semana.
-Te he echado mucho de menos mi niña - dice mi padre sin soltarme de sus brazos.
-Siento no haber venido, de verdad, yo también te he echado de menos - respondo a la vez que el deja un beso en mi frente.
-No te disculpes, ahora estás aquí, es lo único que debe importar - mira a mis maletas y vuelve a mirarme con los ojos abiertos y una sonrisa - y parece que pretendes quedarte mucho tiempo.
Río y junto a mi padre nos vamos camino al coche.
-Estoy realmente contento de volver a verte - la voz de mi padre es dulce y no aparta la mirada de la carretera. - Tessa también está feliz de que te quedes con nosotros.
Tessa. La nueva mujer de papá. Me alegro de volver a verla. A diferencia de mi madre, mi padre rehizo su vida, no lo culpo por ellos. Si que al principio no me lo tome muy bien, yo tenía catorce años y pues como toda niña tonta empecé con las típicas travesuras y demás. Hasta que me di cuenta de que mi padre era realmente feliz con ella y rápidamente la acepté.
Al llegar a casa saqué todas mis maletas del coche y con ayuda de mi padre las introducimos en casa. Lo primero que noté fue que la casa había sido redecorada, ahora era de un estilo mas moderno pero acogedor. Me encanta. Lo siguiente que noté fue el olor tan increíble que se aprecia. ¿Pastel? Genial.
Tessa sale de la cocina con un delantal que se encuentra un poco manchado. A la vez que se acerca a mi se lo quita y antes de abrazarme se lo da a mi padre.
-Cielo, ¡cuanto tiempo! ¿Qué tal todo? Me alegra tanto que estés aquí con nosotros. - Sonrío a Tessa pero no respondo a nada de lo que me a dicho, no porque no quiero, más bien por pereza.
Tessa es una mujer con mucha energía y felicidad, justo lo que mi padre necesitaba tras la muerte de Clara. Tessa es todo lo contrario a mi madre, eso seguro.
-No se si lo has notado, pero toda la casa está cambiada.
-Si, es preciosa, me encanta - les sonrío a los dos.
-Pues espera a ver tu habitación.
Y ella tenía razón. Mi habitación era asombrosa. Las paredes de un blanco hueso con algunos cuadros colgados, todos ellos con diseños de moda y en el más grande una portada en blanco y negro de Vogue, mi revista favorita. Ellos saben que adoro la moda y esta decoración me fascina. A mano derecha se encuentra la cama, es muy grande y no puedo evitar sonreír, al fin una cama doble. Junto a la cama dos mesitas, una a cada lado. En frente de la cama hay un armario muy grande, de color madera oscura y junto a éste la puerta que da a mi baño. Por último tengo un escritorio y un gran espejo. La verdad es que perfecta.
-Bueno te dejamos que te instales y descanses - mi padre besa mi mejilla y sale dela habitación, a diferencia de Tessa que se queda unos segundos más.
-Espero que te guste el cambio y te sientas cómoda aquí, con nosotros - su mirada muestra comprensión y amabilidad.
-Gracias por todo - agradezco sentándome en la cama.
-La cena estará lista en una hora - dice esto ultimo y abandona la habitación.
Pues ya estoy aquí, de vuelta en Oregon.
Hola a todos los lectores, espero que este primer capitulo os haya gustado y os incite a seguir leyendo mi historia. En cuanto a las actualizaciones intentaré subir lo mas rápido posible, pero antes de prometer nada, quiero que sepáis que estudio y puede que a veces no tenga mucho tiempo libre. A mi me gusta actualizar capítulos con los que me sienta orgullosa, por lo que puedo tardar un poco. Y bueno siempre están bien recibidas las críticas, tanto buenas como malas.
Un beso a todos. Mar.
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Autumn
Teen FictionGrace una chica con sueños e ilusiones. Sean, un chico sin futuro ni esperanza. ¿Cómo dos personas tan diferentes pueden encajar tan bien juntas? Juntos se enfrentaran a muchos retos, su vida no será fácil, pero el amor es más fuerte que...