Autumn

Capítulo 31

Me froto los ojos, me siento como si hubiera dormido un siglo seguido, pero no, han sido nueve horas, mucho más de lo que he dormido los días anteriores. Enciendo mi móvil y no puedo evitar volver a frotarme los ojos, ya que la luz de la pantalla esta al tope y me deslumbra.

Bajo al piso de abajo, el cual se encuentra diserto, supongo que Tessa y mi padre estarán trabajando o dando una vuelta. Entro a la cocina y voy inconscientemente a la cafetera. Solo un buen café puede hacerme despertar.

Con mi taza y una magdalena me voy al sofá, dónde me dejo caer. Hoy el día está nublado, y estoy segura de que lloverá, es una pena, porque me apetecía hacer una excursión al bosque, de esa manera podría despejarme y aclarar mis ideas.

Cojo el portátil, que se encuentra en la mesita y lo enciendo, abro Skype, esta mañana me he despertado con ganas de hablar con Louis.

Le doy a llamar por vídeo llamada y espero.

La pantalla se abre y aparece un Louis cansado y con un pijama azul marino, me acuerdo de ese pijama, se lo regaló su abuela.

-Grace, ¿qué tal estas? Perdona mi careto, pero entiéndeme, soy de los que duermen mucho.

-Lo sé, no te preocupes, quería hablar contigo, hace días que no se nada de ti... - sonrío al verle bostezar - Si estás muy cansado podemos hablar en otro momento, yo...

-No, no, estoy perfectamente, aquí tengo mi café - me enseña su taza y yo le enseño la mía, ambos somos amantes del café - hay cosas que nunca cambian eh.

-Nunca. Louis, me gustaría visitarte pronto, así podré ver como está mi madre, que por cierto debe odiarme... - me paso las manos por el pelo.

-Grace, tu madre no te odia, simplemente puede que este un poco enfadad...

-¿Solo un poco? - se encoge de brazos a la vez que se ríe.

-Tal vez mucho - ambos reímos, pero sin quitar importancia al asunto - Bueno y ¿cuándo te gustaría venir?

-Lo antes posible, quiero, más bien necesito hablar con mi madre, y alejarme unos días de aquí.

-¿Problemas con el novio? - dice Louis divertido, pero al ver que mi expresión facial es en su totalidad seria, el adopta el mismo comportamiento.

-Sean no es mi novio, y prefiero mantenerlo al margen de la conversación, ya tengo suficiente con pensar en el las veinticuatro horas del día para que encima me lo recuerdes...

-Vale, lo he pillado, no más Sean. - me sonríe a modo de consuelo, pero esta vez no puedo devolverle la sonrisa. - Mira vamos a hacer una cosa, el próximo fin de semana vas a venir a mi casa, visitamos a tu madre, salimos de fiesta un día y ya me cuentas todo lo que ha pasado, ¿te parece?

Sonrío mirando a la cámara.

-Eres el mejor.

-Lo sé - se ríe y yo niego con la cabeza, Louis y su pequeño ego... - Bueno Grace, tengo que hacer algunas compras, ya hablamos los detalles estos días.

-Está bien, te quiero Louis.

-Yo también, adiós.

Ambos cerramos la pestaña de llamada.

Tengo tanta suerte de mantener a Louis como amigo, a todos los de San Diego los he perdido, pero no a él, y me alegro muchísimo.

Miro el gran reloj que está en la estantería del salón, éste marca las once de la mañana, no tengo hambre, pero si unas ganas tremendas de cocinar algo, algo dulce. Vuelvo a dejar el portátil en la mesita y vuelvo a la cocina.