Al llegar junto al coche de Sean, el gran Rang Rover que vi el primer día de universidad, veo a la morena apoyada en la parte delantera de este. Su cara de pocos amigos se transforma en una coqueta descarada cuando ve a Sean, pero en el momento que se fija en mi, esta vuelve a cambiar.
-¿Que hace ella aquí? - le pregunta a Sean mientras me pone una cara de asco. Que disimulada...
-Kim, vas a tener que irte - ella lo mira, ahora sorprendida. Sean saca su cartera del bolsillo y le entrega tres billetes de diez - coge un taxi, ya nos veremos.
-¿Cómo dices?
-Me has escuchado, vete - vuelve el Sean imperativo.
Ella lo mira con los ojos bien abiertos, a continuación me mira a mi.
-¿Me dejas por irte con la niña de mama?
¿Cómo me ha llamado?
-Yo no soy ninguna niña de mama - digo inconscientemente.
-Tu mejor cállate, puta - abro mis ojos y doy un paso atrás cuando ella da uno en mi dirección.
Sean le agarra un brazo y yo acerco un poco a el para sentirme más segura.
-Kim, vete, deja de joder ya - ella lo mira unos segundos y luego sonríe.
-Te llamaré, pronto - ¿esta tía es bipolar o algo así? Cuando ya creo que se va a ir, se acerca y besa a Sean. Vaya, ahora me siento más que incomoda. No es un beso normal, parece que vaya a comérselo. Y ahora es cuando me pregunto a mi misma: ¿qué haces aquí Grace?
Cuando ella por fin se aparta de el, me mira con victoria, yo le Sonrío falsamente. Pensara que me importa o algo... Yo lo único que quiero es llegar a mi casa, ducharme y dormir.
Kim se va y Sean me mira sin decir nada. Abre su coche y con la cabeza me indica que suba. Asiento y subo en el lado del copiloto. Vaya, el coche es igual de precioso por dentro que por fuera. Los asientos de cuero negro están fríos, por lo que, todo mi cuerpo, es recorrido por un escalofrío, que provoca que la piel, sobre todo de mis piernas, se erice.
Sean parece notarlo ya que dirige su mirada a estas y lentamente la sube hasta mis ojos, donde se detiene por unos segundos. Tengo que admitir que tiene unos ojos azules preciosos. Vuelve su vista al frente y arranca, a la vez que enciende la calefacción.
-Gracias - respondo, tenía bastante frío. El se limita a asentir y a conducir.
-¿A dónde? - me pregunta, sin apartar su vista de la carretera.
Le doy mi dirección y es lo último que se escucha por un tiempo.
La temperatura en el coche ya se a normalizada, y puedo dejar de abrazarme a mi misma. Me encuentro mirando por la ventanilla. Lentamente giro mi cabeza y dirijo mi vista al rostro de Sean.
Es increíble, esta tan serio siempre... y con siempre me refiero a las dos o tres veces que lo he visto. Para seros sincera, no se que hago en este coche, creo que ha sido una irresponsabilidad por mi parte, pero, no me preguntéis por qué, pero me siento realmente relajada y agusto a su lado, ¿raro verdad? Si, lo se, pero pienso que la razón de esta sensación es el cansancio acumulado, el agradable olor del coche, como menta mezclado con un toque de cigarrillo y sobre todo la calidez que fluye en el ambiente. Estamos en silencio, pero no un silencio incomodo, para nada.
-¿Eres nueva en la ciudad? - la voz de Sean me despierta de mis pensamientos.
Mi hermana solía decirme que mi mente tiene un botón, y cuando le da la gana, se apaga y me quedo sumida en mis pensamientos, ajena de todo. Así era yo, así soy yo. Puedo resultar algo molesta a veces, pero es que de verdad no lo puedo evitar. Dándome cuenta de que me he vuelto a quedar pensando, agito mi cabeza y contesto a Sean.
ESTÁS LEYENDO
Autumn
Teen FictionGrace una chica con sueños e ilusiones. Sean, un chico sin futuro ni esperanza. ¿Cómo dos personas tan diferentes pueden encajar tan bien juntas? Juntos se enfrentaran a muchos retos, su vida no será fácil, pero el amor es más fuerte que...