Sean me mira, ambos estamos sentados en uno de los sofás de su despacho. ¿Qué se supone que tengo que decir? Estoy muy confusa, todo esto me queda grande, muy grande... Sean al parecer tampoco sabe que decir, ya que lleva unos minutos en silencio.
-¿Hay algo que tengas que decirme? - pregunto. Prefiero enterarme de todo en una sola vez.
-Hay mucho que te podría decir - su respuesta me inquieta - Mira Grace, no voy a pedirte nada, se que esto es demasiado, pero no quiero que te alejes de mi. No se, no hay muchas chicas como tu.
Lo miro con una expresión extraña.
-¿A qué te refieres?
-Pues, ya sabes, muchas chicas se fijan en mi y quieren algo conmigo - abro los ojos, ¿qué dice? - Al principio pensé que tu eras más de lo mismo.
-Vaya, gracias - digo en mi mejor tono irónico.
-Deja que termine - da un golpe en mi brazo a la vez que suelta una pequeña risita. - intento ser serio - yo sonrío al ver que le está costando ponerse serio. - A lo que iba, eres especial, y he perdido ya suficiente gente especial a lo largo de mi, no quiero perderte.
Me quedo unos segundos reflexionando.
-Yo tampoco quiero perderte Sean, pero entiende que ahora mismo me encuentro algo desorientada, todo esto me ha pillado por sorpresa...
-Lo entiendo totalmente, por eso quiero que sepas que voy a ser cien por cien sincero, cualquier cosa que necesites o quieras saber para aclararte preguntame.
Asiento, pero contesto nada, estoy pensando que quiero saber o preguntar, pero no tengo ni idea, como ya he dicho mi mente está dispersa...
-Me gustaría irme a mi casa - digo finalmente - creo que lo mejor será pensar en todo esto, aclarar mi mente y después, una vez tenga las preguntas adecuadas podrás contestarlas.
Sean me mira con una expresión de tristeza, pero rápidamente accede.
Volvemos al coche y por suerte en el camino por la nave no nos encontramos a ninguno de los compañeros mafiosos, o lo que sean, de Sean. Una vez en el coche el ambiente está sumido en un silencio incomodo, Sean concentrado en la carretera mantiene su famosa mirada neutra y fría, mientras yo miro por la ventanilla, miro los grandes arboles intentando mantener mi mente alejada de la realidad.
Cuando Sean me deja en la puerta de mi casa nos despedimos con un simple "adiós". Yo entro a mi casa, y de costumbre, hasta que no cierro la puerta Sean no arranca el coche.
Dejo mi chaqueta en el perchero junto a la puerta y cuando me dispongo a subir las escaleras escucho voces que proceden de la cocina. Me acerco y veo a mi padre y a Tessa tomando el té.
-Hola - saludo desde el marco de la puerta. Al escuchar mi voz Tessa me sonríe y mi padre se levanta rápidamente de la mesa y viene a abrazarme.
-Grace, ¿cómo estas? Te hemos echado mucho de menos.
Nos separamos del abrazo intento mostrar a ambos mi mejor sonrisa.
-¿Estas bien? - pregunta mi padre al notarme, tal vez, más rara de lo normal.
-Si, perfecta, un poco cansada.
-Eso es, ¿dónde has estado esta mañana? Pensábamos encontrarte justo al llegar.
-Bueno, salí con Holland a desayunar y a pasear por el centro, no tenía nada que hacer.
-¿Y qué tal has estado sola? - pregunta ahora Tessa desde su asiento.
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Autumn
Teen FictionGrace una chica con sueños e ilusiones. Sean, un chico sin futuro ni esperanza. ¿Cómo dos personas tan diferentes pueden encajar tan bien juntas? Juntos se enfrentaran a muchos retos, su vida no será fácil, pero el amor es más fuerte que...